Este año que está por concluir estuvo repleto de sucesos que oscilaron entre la libertad, el pleno ejercicio de la justicia y el libertinaje político, teniendo como escenario el desorden global y un paulatino caos en América Latina.
En enero, el ultraderechista Jair Bolsonaro inició su cuatrienio en Brasil, cuya gobernanza estuvo repleta de polémicas iniciativas que llevaron, por ejemplo, al incendio en la Amazonia. En tanto, Nicolás Maduro comenzó su segundo mandato en Venezuela en medio de protestas sociales.
En febrero, se consumó el referéndum constitucional de Cuba, mediante el cual sus habitantes votaron a favor de una nueva Carta Magna que mantiene el carácter socialista de la isla, pero abren su economía al mercado, la propiedad privada y la inversión extranjera, todo bajo control del Estado.
En abril, Perú se convulsionó con el suicidio del expresidente Alan García –involucrado con Odebrecht–, y la escandalosa liberación de la excandidata Keiko Fujimori. La crisis política culminó en la disolución del Congreso, una medida del presidente Martín Vizcarra que implica unas elecciones extraordinarias convocadas para enero.
La noticia del mes de julio con mayor trending topic en las redes sociales fue el proceso de
Joaquín “El Chapo” Guzmán, ex líder del Cartel de Sinaloa, quien fue sentenciado a cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad de Florence, Colorado, en lo que se denominó “El juicio del siglo” desde que el gobierno de Estados Unidos inició la guerra contra el narcotráfico en 1971.
En agosto, la nota periodística que atrajo la atención fue la detención de Rosario Robles, ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano durante la administración de Enrique Peña Nieto, acusada de actos de corrupción durante su gestión, relacionados con lo que se ha conocido como la Estafa Maestra.
Septiembre se cubrió de luto con el fallecimiento de Camilo Sesto y José José. Curiosamente, con sus decesos, terminó una singular época de la balada moderna plasmada en la célebre fotografía tomada en los Ángeles, California, en 1984, por el productor musical Fernando Hernández en las oficinas de la casa discográfica Ariola (hoy Sony Music), donde, además de dichos cantantes, aparecen Rocío Dúrcal y Juan Gabriel.
Octubre fue un mes de agitación política y arrestos, comenzando con las elecciones presidenciales en Argentina, en las que el peronista Alberto Fernández obtuvo el triunfo con el 48% de los votos. Posteriormente, el Tribunal Supremo de Justicia (TSE) de Bolivia dio como ganador de los comicios presidenciales a Evo Morales con el 47,08% de los votos frente al 36,51 del opositor Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana. En tanto, en Chile se desató una revuelta social para exigir un modelo económico más justo.
Mientras tanto, en Culiacán, Sinaloa, fue capturado Ovidio Guzmán López, uno de los hijos del “Chapo” Guzmán, lo que desató una impresionante balacera, la cual concluyó con su controvertida liberación, horas después, para contener la violencia y proteger vidas.
Y, en Londres, es detenida Karime Macías Tubilla, esposa del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, con fines de extradición, pero pagó fianza de 150 libras esterlinas (3.5 millones de pesos) para continuar su proceso legal en libertad. Su próxima audiencia ante las autoridades británicas, por presunta corrupción, será el 9 de enero de 2020.
El 10 de noviembre tuvo lugar el golpe de Estado en Bolivia, en el contexto de una crisis política producida por protestas contra el gobierno del expresidente Evo Morales y hechos de violencia contra sus funcionarios y partidarios, por un presunto fraude electoral en las votaciones generales; y por haberse presentado a los comicios tras un fallo favorable del Tribunal Supremo, luego de un referéndum constitucional sobre la reelección del presidente, cuyo resultado había sido negativo. Obviamente, el trasfondo es más complejo.
Después de su asilo político en México, Evo Morales radica actualmente en Argentina, y en su ausencia, Jeanine Áñez se autoproclamó presidente del Estado, en medio de un vacío de poder, disturbios, protestas pacíficas y violentas.
Por esos días, el ámbito deportivo mexicano se vistió de negro con el fallecimiento del empresario Jorge Vergara Madrigal, propietario del equipo de fútbol Chivas del Guadalajara y del grupo Omnilife.
Diciembre fue un mes de logros para el presidente Andrés Manuel López Obrador y de descalabros para Donald Trump. Después de la celebración del primer año de gobierno de AMLO, con lleno total en el zócalo capitalino, las delegaciones de México, Estados Unidos y Canadá firmaron, en Palacio Nacional, los cambios al tratado comercial T-MEC, luego de meses de negociaciones, lo que sorprendió a China en plena guerra comercial contra EU. Esperemos que, en los hechos, este acuerdo traiga inversión y crecimiento.
Casi al mismo tiempo, fue detenido, en Grapevine, Texas, Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, por conspiración de narcotráfico. Sin duda, sus declaraciones darán mucho que hablar en los meses por venir.
Y en el ámbito cultural, los intelectuales Olga Tokarczuk –una escritora incómoda del establishment- y Peter Handke recibieron el premio Nobel de Literatura, aunque el novelista austríaco fue declarado persona non grata por Albania y Kosovo, acusado, entre otras cosas, de minimizar el genocidio de Srebrenica, en 1995, por fuerzas serbobosnias.
En tanto, a Donald Trump no le ha ido nada bien, ya que la Cámara de Representantes aprobó la realización de un juicio político (Impeachment) en su contra, para indagar si buscó o no ayuda de Ucrania –esfera de influencia de Rusia- para aumentar sus posibilidades de ser reelegido en 2020. En enero del próximo año se decidirá su destino jurídico por los senadores republicanos, en su mayoría, pero con asuntos pendientes por cobrar al mandatario y con las elecciones primarias por efectuarse en febrero. Una impensable adversidad que enfrentará el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos de Norteamérica en cuya situación se han visto sólo los demócratas Andrew Johnson, en 1868, y Bill Clinton, en 1999, quienes pudieron terminar sus periodos de gobierno, ya que los respectivos procesos no alcanzaron los votos suficientes en el Senado para su remoción.
No obstante, el caso más similar al juicio político que enfrenta Trump es el del también republicano Richard Nixon, quien espió e irrumpió ilegalmente en la sede demócrata para ganar la reelección de 1972 (Watergate). Una vez que la prensa y el Congreso comenzaron a investigar el caso, Nixon trató de encubrirlo, pero únicamente consiguió que se descubrieran más evidencias, por lo que decidió renunciar el 9 de agosto de 1974, antes de que se efectuara la votación del Impeachment.
Inglaterra abandonará la Unión Europea el 31 de enero de 2020, salvo acuerdo en contrario del parlamento, ya que esta es la tercera prórroga parlamentaria del Brexit, lo que demuestra la falta de hegemonía de occidente.
Y qué decir de las protestas masivas en las calles de distintos países por diferentes demandas. En Hong Kong aún se piden reformas democráticas contra la enorme presión de China; en Francia, los ‘chalecos amarillos’; en Puerto Rico, los protestantes llevaron a la caída a Ricardo Roselló, y en el Líbano, los manifestantes hicieron que el primer ministro, Rafiq Hariri, dimitiera. En la misma situación se encuentran Ecuador, Irán, Irak y Egipto, entre otros.
Con los contextos anteriormente revisados, es previsible el surgimiento de renovadas inconformidades en 2020; nuevas detenciones de políticos mexicanos; las repercusiones del T-MEC y la resolución del Brexit. Como decía Steve Jobs, el tiempo es la mejor medicina para todos los males.