Córdoba, Ver.- La celebración de Los Fieles Difuntos en los cementerios de Córdoba este año es diferente a consecuencia de la pandemia. Los camposantos desde ayer son visitados por cientos de familias que acuden a llevarle flores, rezos, coronas y canciones con los cuales recuerdan a quienes han partido, que dejaron huella en sus seres amados, que fueron pilares y sostén de la familia.
El ingreso a los panteones es restringido y controlado con la finalidad de evitar aglomeraciones que pudieran provocar contagios entre los asistentes.
Pese a que en las últimas semanas el semáforo epidemiológico colocó a Córdoba en situación de riesgo bajo las autoridades municipales implementaron un operativo de Todos Santos para garantizar la seguridad de quienes visitan los cementerios.
El operativo solo permitirá que los panteones tengan un aforo del 75 por ciento de su capacidad y quienes ingresen deben portar de forma rigurosa sus cubrebocas y no introducir alimentos.
La medida obedece a que Córdoba aún se encuentra en semáforo amarillo, es decir, de riesgo bajo.
El “puente” por las celebraciones a Los Fieles Difuntos es largo pues empezó el viernes pasado y termina mañana día en que muchos visitantes retornarán a sus lugares de trabajo tras visitar a sus seres queridos tanto vivos como fallecidos.
La celebración del Día de Muertos trajo además un incremento en el consumo de productos propios de la celebración que fueron ofertados por comerciantes, principalmente del mercado Revolución quienes además aumentaron los precios de productos básicos aprovechando la vendimia.
Las panaderías también hicieron su “agosto” luego de ofertar las tradicionales hojaldras y pan de muerto en precios bastante elevados pues las más chicas se expendían a 30, medianas a 60 y las grandes desde 80 hasta 120 y 150 pesos, dependiendo si eran rellenas.
Tras las celebraciones del Día de Muertos se espera que se de inicio a las ventas prenavideñas, Buen Fin y navideñas que tanto anhelan los comerciantes establecidos luego de enfrentar uno de los peores años a consecuencia del colapso económico provocado principalmente por la pandemia del SARS-COV-2.