Desde el tiempo de los romanos, Guerande es conocida por la calidad de su sal. Se trata de una ciudad medieval que se encuentra en la costa atlántica de Francia y cuya región circundante está poblada de salinas.
La visita de este sector de producción es una de las principales atracciones turísticas, pues sus numerosas salinas visten el paisaje de un bello cuadriculado que corresponde a las piscinas de obtención del precioso condimento.
Según la hora del día los receptáculos salinos se tiñen de colores diferentes que pueden ir del gris al plateado, pasando por el blanco inmaculado, que con el sol de la tarde se vuelve rosa. ¡Un espectáculo digno de contemplarse!