*Ilegalidad farmacéutica
*Opacidad recurrente
*Turismo esperanzador
Miles de fallecimientos oficialmente reconocidos (más los que no fueron registrados como ya es habitual en un país como el nuestro) constituyen el dramático testimonio de la tragedia que se vive en tierras veracruzanas, como resultado de la agresión pandémica que persiste en la generación de víctimas, pero la notoria urgencia de recomponer la maltrecha economía, nos obliga que por sobre la persistencia del coronavirus, procedamos hacia la difusión de mensajes tranquilizadores, mismos que entre la marrullería del engaño y verdades a medias sobre los preocupantes riesgos de contagio, nos obligan a sobreponer la reactivación productiva por encima de la amenaza que nos ronda, ahora con el escudo de anticuerpos en nuestro organismo, sobre los que dictaminan que son capaces “si no de evitar el contagio, sí de reducir los riesgos mortales de la malsana contaminación”.
Y la verdad le asiste la razón a quienes desde la cúpula gubernamental predican el llamado emergente ante la tormenta sobre nuestra nave, que refiere “el salvarnos o perecer”, pero… Debe procederse en tal ruta con la verdad a flor de labios y disponibles los instrumentos elementales para afrontar la innegable amenaza, crear confianza como lo es dotarnos de la vacuna en referencia, pero de la misma forma y de inmediato, reequipar centros hospitalarios y mantener vigentes todas las medidas de autoprotección que se requieran, aparejadas a invariable niveles de limpieza personal, así como de saneamiento permanente en todos los espacios públicos y particulares (incluyendo las descuidadas atarjeas públicas) acciones que constituyen sólo parte del catálogo de requerimientos necesarios para disminuir los riesgos de contagio.
Los elevados niveles de rebrotes por los que ya hemos transitado, incuestionablemente deben marcar nuestro comportamiento tanto en lo individual, como en lo familiar y mayormente en el contexto del colectivo social.
Ya se refiere un espacios médico, que tanto en lo personal como en lo social, así como en el presente y en el futuro, es preciso variar parte de “nuestros hábitos y formas de vida” en lo general, todo ello relacionado con la higiene y la sana distancia, pero a lo que se debe agregar el reaccionar apropiadamente ante cualquier síntoma de malestar, acudiendo lo antes posible a solicitar asistencia médica, referencias que se sustentan en que se está confirmando que las variaciones de los síntomas virales se están multiplicado, lo que nos afronta con escenarios diversos que pudieran originar confusión y lamentables yerros.
Claro que debemos encontrar la forma de reactivar la actividad laboral y reforzar los sistemas educativos y de formación profesional, pero lo correcto es que ello se practique (paralelamente a la vacuna) registrando la clara sensación de que dispondremos de atención médica inmediata y de elevada eficacia, escenarios que deben consolidarse con clara y eficiente determinación por parte de quienes gobiernan y, en ése ámbito, la referencia es hacia los ayuntamientos, así como las instancias gubernamentales estatales y federales, de no ser así, volveremos a los espantosos niveles de mortandad.
Lo que se lee
Lamentable que en nuestro país operen supuestamente “laboratorios fantasmas” que tal como se informa por vía de las autoridades del ramo, elaboran productos no apropiadamente certificados, mismos que podrían representan severos riesgos para la salud y el bienestar de los consumidores.
Ningún producto comestible y menos aún del ramo de medicamentos, que no registren las características apropiadas para su consumo, mismas que no resulten claramente certificadas, debería circular en el mercado nacional, pero “por alguna causa” y con cierta frecuencia se presentan escenarios no del todo apropiados en el marco de referencia.
Lo que se ve
Es significado y a más de ello correcto, el que toda la sociedad sea informada por las autoridades sobre los montos de inversión, fines fundamentales y colaterales, así como los niveles que se registrarán en lo referente al impacto ambiental, sobre todas las obras públicas que realicen los gobiernos municipales, estatales y federales, a lo que se deben agregar cifras de inversión y objetivos fundamentales que se persiguen con dichas inversiones.
La opacidad en tales inversiones públicas, constituye uno de las prácticas recurrentes tanto en niveles municipales, como estatales, sumando a ello incluso a espacios de autoridades federales, escenarios de opacidad que contradicen lo marcado por las leyes que nos rigen.
Pueblo informado, siempre será un conglomerado social con apropiada capacidad de evaluación para aprobar o reprobar.
En tales contextos, es bienvenida la indicación del Senado de la República, sobre el exhorto a los Gobiernos estatales, así como al de la Federación, para que se informe a la población indígena en su propia lengua, sobre las obras ejecutadas por el Gobierno, incluyendo sus costos y los beneficios que se pretenden alcanzar con ellas.
Lo que se oye
Expectación y esperanzas encierra entre los prestadores de servicios del Estado de Veracruz, el próximo periodo vacacional que se inicia el ya inmediato fin de semana, etapa en la cual se cifran esperanzas de que se presente otro empuje a la industria sin chimeneas, misma que es considera por los especialistas en economía como una de las joyas de la corona empresarial, cuyos beneficios alcanzan a diversos sectores, desde multitud de empleados hasta la diversidad de empresas del ramo, incluyendo a vendedores ambulantes… Todo indica que la etapa en éste sentido será exitosa, ya habrá oportunidad para evaluarla.