*Cuando el amor llega así, de esta manera. Camelot.
Cuando se camina París, uno no deja de asombrarse. La ciudad luz es muy peatonal, y uno cada que camina por sus calles, encuentra algo nuevo, bello, hermoso, lleno de historia. Cierta vez topamos con el hotel Regina, frente a la estatua ecuestre de su heroína, Juana de Arco, hotel impresionante, allí la gente de Hitler lo había tomado como cuartel general en tiempo del Paris ocupado por los nazis (mayo de 1940 a diciembre de 1944). Todo allí es historia, la de History Chanel, la de las vivencias, su Barrio Latino, el Trocadero, todo. Los pasos y los tiempos de Napoleón, apenas les brotó una buena nueva, una costumbre que fue creciendo poco a poco, pian pianito. Sucede que en uno de los puentes de Paris, la gente, como no queriendo, fue poniendo candados del amor en el llamado Pont des Arts. A alguien se le ocurrió la ciroperaloca idea de que, como París en la ciudad del amor, comenzó y puso un candado Phillips o de la marca que fuere, le fijó una leyenda con plumón y lanzó la llave a las aguas del Rio Sena, a contaminarlo con fierro. La cuestión era amarse y las parejas allí juraban amor eterno, como canción de Juan Gabriel. La idea pegó, uno por uno llegaron a formar miles y hoy el barandal de ese puente esta llenísimo de candados, atiborrado, al pie del puente los mismos vendedores te los ofertan en 5 euros; si es de doble cerradura para que tu amor no se escape ni se desamarre, 7 euros. Pero la alcaldía dijo ya basta, ese barandal ya cedió un día de tanto peso, toneladas cayeron al rio y un panel se desplomó con todo y candados, lo que hizo a las autoridades cancelarlo. Ya no habrá más amorosos pidiendo amores eternos, es muy cierto lo que escribía Jaime Sabines en su poema Los amorosos: “Los amorosos viven al día, no pueden hacer más, no saben. Siempre se están yendo, siempre, hacia alguna parte. Esperan, no esperan nada, pero esperan”. En Orizaba desde hace algún tiempo, año 2000, en el Puente de la Borda, junto a Romanchu, ya fijan candados las parejas. El amor expresado en los puentes. Hay puentes que son históricos, los de Paris cada uno guarda una leyenda y una historia, el del Pont del Alma, o Puente del Alma, donde perdió la vida Ladi Diana y Dodi Alfayed (1997), el día que eran perseguidos por paparazis. El millonario padre, dueño de los almacenes Harrods y el hotel Ritz, acusó que su hijo y la Princesa del Pueblo, fueron asesinados por los servicios británicos, que no querían ese matrimonio entre un musulmán árabe y una madre de un futuro rey de Inglaterra. Los puentes hablan. Este de los candados parisinos y orizabeño, ahí están, viendo pasar el tiempo.
EL AIR FORCE ONE
Llega a México Papá Biden, le entregan el arresto del Chapito, como regalo de reyes, el presidente quería que el avión más seguro el mundo llegara al aeropuerto Felipe Ángeles, donde no se paran ni las moscas. Se lo pidió como un favor especial de cuates, y porque también era político, pues así les embarraría a sus detractores que el Ángeles es un aeropuerto chipotludo. Pero uno, que ha leído y visto documentales del Servicio Secreto, son ellos y solo ellos los que arreglan la logística presidencial, para que cuando ese avión baje en un aeropuerto, sea el más seguro. El presidente solo se sube y ellos lo llevan a su destino. Por seguridad, escogieron el viejo aeropuerto de CDMX, y todos sabemos que cuando un avión presidencial va a llegar, suspenden vuelos de todas las líneas aéreas comerciales, para que llegue bien el patrón. El canadiense Trudeau se compadeció de AMLO y sí llegará allí, pero ese no tiene gran problema, trae un séquito chico y sin problemas, en el avión de Estados Unidos llegan primero las bestias, las Suburban de blindaje presidencial y luego las unidades donde mueven al presidente. En el Ángeles no hay ni camiones de transporte público. Ni modo, otra vez será.
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