Aproximadamente un mes después del secuestro de los dos guardias de seguridad privada, la Fiscalía Regional de Córdoba entregó los cuerpos de Marco Antonio Juárez y Juan Carlos Elvira Ramírez, quienes fueron encontrados enterrados en el patio de una casa en Fortín, que fue cateada el 27 de abril.
Según las investigaciones, después de la captura de los siete miembros de una banda de secuestradores que se encontraban en esa casa, cerca de la localidad de Mata Larga, confesaron el doble asesinato.
Con base a esta información, la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS) solicitó una nueva orden de cateo y exhumación, y fue durante este proceso que se descubrió que los dos jóvenes estaban enterrados en el lugar.