Orizaba, Ver.- La trágica situación del deslave en la autopista Orizaba-Puebla, a la altura de El Mirador, ha dejado al descubierto una problemática ambiental de graves consecuencias, expertos coinciden en señalar que la deforestación es el principal factor desencadenante de estos desastres naturales.
De acuerdo con el coordinador del proyecto salvemos el Pico de Orizaba, Ricardo Rodríguez Demeneghi, la pérdida de bosques, que se extiende desde las altas cumbres hasta los valles y la costa, ha debilitado la capacidad de los ecosistemas para absorber el agua de lluvia.
Los árboles, con sus raíces y follaje, cumplen una función vital al filtrar el agua y evitar la erosión del suelo, sin embargo, la tala indiscriminada ha dejado el suelo expuesto y vulnerable.
Aseguró que los últimos años han sido testigos de una combinación letal de factores: sequías prolongadas, incendios forestales de gran magnitud y lluvias torrenciales y estos eventos extremos han puesto a prueba la fragilidad de los ecosistemas, especialmente en zonas deforestadas.
Agregó que el suelo sin la protección de las raíces, se satura de agua y se vuelve inestable, lo que facilita la ocurrencia de deslaves. “Los lahares, como se conocen técnicamente estos deslizamientos de tierra, son el resultado de la combinación de agua y gravedad en zonas con pendientes pronunciadas, la deforestación ha eliminado la barrera natural que impedía que el suelo se deslizara”.
A pesar de que los expertos advirtieron sobre el riesgo de deslaves en zonas deforestadas e incendiadas, estas alertas no recibieron la atención necesaria por parte de las autoridades. La falta de prevención y de políticas públicas enfocadas en la reforestación y la conservación de los bosques ha agravado la situación.
Finalmente dijo que la solución a esta problemática requiere de un esfuerzo conjunto de la sociedad y las autoridades, pues es imperante reforestar las zonas afectadas porque restaurar los bosques es la clave para recuperar la capacidad del suelo de absorber agua y prevenir la erosión.