Prefacio.
El espacio de trascendidos del periódico El Universal llama la atención sobre el retorno del veracruzano Dante Delgado Rannauro a la escena política. *** “Quien ya se encuentra de regreso en la Ciudad de México es el líder moral de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado. Nos comentan que a partir de ahora estará siguiendo de cerca todas las actividades del partido y continuará con el seguimiento a su estado de salud desde la capital del país”, se puede leer en “Bajo Reserva”. *** “De hecho, ha comenzado a recibir a distintos mandos del partido naranja y está dando opiniones y hasta palomeando a aspirantes a cargos dentro de la estructura. Nos informan que el fundador del partido está satisfecho con los resultados obtenidos en las elecciones de Durango y Veracruz y planea un seguimiento personal a la selección de las candidaturas y posibles alianzas para las elecciones intermedias de 2027. Está de vuelta don Dante”. *** Los que estamos pendientes del acontecer político de Veracruz sabemos que ni en los momentos más complicados de su salud Dante Delgado soltó las riendas de esa fuerza política que ha avanzado con pasos firmes hasta ubicarse ya como la segunda fuerza política en el país.
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Muchos de los problemas que hoy enfrenta la gobernadora de Veracruz son consecuencia de actitudes que ha asumido en toda su carrera en la política.
De manera sistemática, Rocío Nahle ha expresado su desdén por los medios de comunicación producto de sus limitaciones para interactuar con ellos. Para ella -como para muchos políticos de “la nueva hornada”- la solución mágica para eludir su interlocución con los comunicadores, han sido las redes sociales: ¿para qué necesito a los reporteros, si yo puedo enviar mis mensajes desde las redes?
Hoy, cuando enfrenta una severa crisis en materia de seguridad (en buena parte producto de las omisiones y las componendas de la administración de Cuitláhuac García, eso no debemos pasarlo por alto) entiende que, aunque incómodos, los comunicadores son de gran utilidad para cualquier gobierno, en un ámbito que las redes sociales no han podido sustituir: la comunicación política.
Cualquier asesor en materia de comunicación le pudo haber explicado a la gobernadora que el silencio genera, de manera automática, un “vacío informativo”, que es llenado, casi de manera espontánea por rumores, versiones no confirmadas o narrativas interesadas.
Si su administración pierde el control de la narrativa, la agenda es marcada por otros actores y condicionan las respuestas futuras.
Frente a ese escenario de incertidumbre, la población interpreta el silencio como desorganización, ocultamiento o incapacidad, lo que erosiona la confianza en sus autoridades.
Pasó ya más de una semana de que se registrara un motín en el reclusorio de Tuxpan, que dejó como saldo nueve reos fallecidos. A pesar de que ha pasado tanto tiempo, el gobierno no tiene un informe concluyente sobre las causas de la rebelión y los responsables de esas nueve muertes.
Se sabe, por versiones de familiares (que llenan los vacíos del gobierno) que más de 20 custodios del penal se encuentran privados de la libertad e incomunicados, lo que a estas alturas representa un grave acto de ilegalidad (artículo 14 de nuestra Carta Magna: “Nadie podrá ser privado de la libertad… sino mediante juicio…).
Quien tiene que responder por ese motín y sus consecuencias es, en primera instancia, el director del penal, Gregorio Pérez Ponce, quien sigue en funciones y se encarga de la investigación del caso, cuando él debería ser sujeto a dicha investigación.
Después de Pérez Ponce, en orden jerárquico, que debería estar dando la cara sería el director de Prevención y Reinserción Social del gobierno estatal, el capitán Sergio Alfredo López Dekin.
Y, finalmente, quien debería informar a los veracruzanos sobre el control que tenía una organización criminal del penal de Tuxpan, debería ser el secretario de Seguridad Pública, el contralmirante Alfonso Reyes Garcés.
Ninguno de ellos ha salido a informar a la sociedad sobre lo sucedido en ese penal; ninguno de ellos ha sido sujeto (al menos nadie lo ha informado) a una sanción disciplinaria, ni sometido a una investigación ministerial.
Y frente al reclamo de los veracruzanos por información oportuna y veraz de lo sucedido en el penal de Tuxpan, el diputado local Adrián Ávila Estrada, presidente de la Comisión de Seguridad Pública, reconoce que ni siquiera se ha considerado la conveniencia de llamar a comparecer al secretario de despacho.
En materia de comunicación en situación de crisis, el tiempo de respuesta es tan importante como el contenido. Un mensaje breve, verificando lo que se sabe, reconociendo lo que no, y comprometiendo información futura, es preferible al mutismo total. El silencio puede ser estratégico en ciertos momentos, pero en seguridad pública, por lo general, silenciar es ceder el relato y la autoridad.
Quizá alguien se lo haya sugerido a la gobernadora, pero ha trascendido que muy pocos se atreven a darle un consejo, pues ha trascendido que su carácter es muy volátil en momentos de mucha presión.
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Epílogo.
Y el problema en materia de seguridad, especialmente en Veracruz, es que su geografía dificulta una atención integral del problema. Las autoridades no terminan de pacificar el norte, cuando brotan expresiones de violencia en el centro o en el sur. *** Es el caso del municipio de Rafael Delgado, en la región de las altas montañas. Un comerciante de autos falleció y otra persona resultó herida, cuando un comando armado atacó a balazos la fachada de un negocio. *** La agresión se registró la madrugada del domingo. Varios sujetos a bordo de un vehículo y dos motocicletas llegaron a un domicilio particular ubicado en Puente Chalapa, de la cabecera municipal. Producto de los impactos de bala murió una persona a quien se identificó como “Rubén Omar”, de 37 años, quien se dedicaba a la compra y venta de vehículos americanos. *** Otra persona fue trasladada, grave, a un hospital y las autoridades confirmaron que se causaron daños a dos camionetas, a la fachada de la vivienda y enseres domésticos que fueron alcanzados por las balas. *** Pero en el norte siguen los problemas. Este mismo fin de semana, en Papantla, desde un dron fue lanzado un explosivo, lo que dejó como saldo al menos 4 personas heridas, entre ellas un menor de edad. *** Mientras tanto, en San Andrés Tuxtla, dos personas que salían del “Penal Zamora” fueron atacadas. *** Tras obtener su libertad, Daniel Sánchez Vergara, alias “La Vaca” y Emmanuel Rodríguez Zamorano abordaron un taxi, pero metros adelante fueron emboscados y atacados a tiros. Daniel Sánchez falleció y Emmanuel Rodríguez fue trasladado a un hospital.
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