Orizaba, Ver.- Ciclistas de Orizaba y la región han solicitado a las autoridades el reforzamiento urgente de la vigilancia en el paradero de la calle Francisco I. Madero, a un costado de la Catedral de San Miguel Arcángel, luego de que se registraran al menos el robo de dos bicicletas en ese sitio, que debería ser un lugar seguro.
De acuerdo con los reportes de los afectados, los delincuentes han forzado y roto las cadenas y candados que aseguraban las unidades, el primer robo denunciado se registró el 24 de agosto, con la sustracción de una bicicleta de ruta rodada 29 valorada en 11 mil 500 pesos, mientras el 26 de septiembre se consumó un segundo hurto, esta vez de una bicicleta valuada en aproximadamente 8 mil pesos.
Lo que más alarma a la comunidad ciclista es que estos ilícitos se han llevado a cabo a pesar de que la zona, de alta afluencia turística, cuenta con cámaras de videovigilancia y suele haber presencia de elementos de seguridad. Hasta el momento, no existe información sobre los responsables, lo que ha generado desconfianza y frustración entre los usuarios.
“Es una paradoja que un espacio creado para ofrecernos seguridad se esté convirtiendo en un punto de riesgo. Para fomentar el uso de la bicicleta y descongestionar las calles, es fundamental que estos paraderos sean lugares confiables”. Comentó un ciclista urbano que prefirió mantenerse en el anonimato. “
La petición ciudadana no solo busca la recuperación de los vehículos robados, sino también la implementación de medidas preventivas concretas, pues aseguran se requiere mayor acción y seguimiento por parte de las autoridades para que la movilidad sostenible no tenga un costo tan alto para los ciudadanos.
La efectividad de la bicicleta como vehículo dinámico para el tráfico orizabeño, argumentan, depende directamente de la seguridad con la que cuenten al dejarlas resguardadas.






















