*Exigen acciones reales de gobiernos municipales y estatal
Ixhuatlancillo, Ver.— En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Organización Mexicana Legítima de Pueblos Originarios, realizó este lunes un foro en Ixhuatlancillo con el objetivo de visibilizar la profunda violencia estructural que enfrentan niñas y mujeres indígenas en Veracruz, especialmente en las comunidades de la región de las Altas Montañas.
El encuentro reunió a lideresas comunitarias, defensoras de derechos humanos y representantes de la organización, quienes coincidieron en que las agresiones contra mujeres indígenas persisten debido a la discriminación histórica, el machismo arraigado y la falta de políticas públicas efectivas. Señalaron que, pese a los discursos oficiales, los gobiernos municipales y estatal no han dado respuestas reales ni suficientes para atender la problemática.
Durante la inauguración, Luz Tzanahua Cano recordó el origen histórico del 25 de noviembre y subrayó que, aunque existen marcos normativos más robustos, la violencia sigue siendo una violación grave y constante en el estado. Expuso que las agresiones se manifiestan en niveles alarmantes: la violencia escolar supera el 90 por ciento, la violencia digital alcanza un 80 por ciento y la violencia en el ámbito de pareja continúa presente en la totalidad de los casos atendidos. “Cada mujer que vive con miedo representa un fracaso colectivo… Ni una más”, enfatizó.
En su intervención, Virginia Oltehua Tzompaxtle, originaria de Ixhuatlancillo, destacó que uno de los grandes avances en la historia del país fue el derecho al voto de las mujeres, conquistado en 1953 y ejercido por primera vez en elecciones federales en 1955. Sin embargo, lamentó que, pese a ese logro, la igualdad sustantiva sigue distante para las comunidades indígenas.
A su vez, Arisbet Saraí Álvarez Vázquez resaltó que fechas como el 8 de marzo y el 30 de enero simbolizan una exigencia permanente de justicia, igualdad salarial y participación efectiva de las mujeres en espacios de toma de decisiones. “No importa la envoltura del cuerpo; importa lo que una tiene en la cabeza. No más violencia”, expresó.
Las ponentes coincidieron en que en municipios como Ixhuatlancillo persisten prácticas patriarcales que desalientan la denuncia y obstaculizan el acceso a la justicia. Señalaron además que muchas niñas dejan la escuela para dedicarse al cuidado de sus hermanos menores, perpetuando desigualdades y limitando sus oportunidades.
También denunciaron la constante discriminación que viven mujeres nahua hablantes al vender sus productos en ciudades vecinas, especialmente en Orizaba, donde son acosadas, perseguidas o retiradas de espacios públicos sin motivo. “Ni siquiera tienen que ir a otro estado; aquí mismo en Orizaba las discriminan todos los días”, remarcaron.
Las participantes señalaron que los gobiernos deben dejar atrás los discursos y actuar. Exigieron medidas concretas para garantizar educación, seguridad, acompañamiento y justicia para mujeres y niñas indígenas. “Falta mucho por parte del gobierno. Es urgente que atiendan las necesidades básicas de las comunidades”, reclamaron.
Antes de concluir, las integrantes del foro recordaron que la Organización Mexicana Legítima de Pueblos Originarios encabezada por Juan Carlos Zanahua, ofrece acompañamiento jurídico gratuito y trabaja para integrar apoyo psicológico a mujeres que enfrentan violencia. “Las mujeres no están solas. Esta organización está para ayudarles, sin costo y a cualquier hora. Lo peor no son los golpes, sino el daño emocional que se guarda en silencio”, señalaron.






















