Nogales, Ver.- Cinco deportistas se preparan para enfrentar uno de los retos más extremos del país, ascender en bicicleta desde los cero metros sobre el nivel del mar en el puerto de Veracruz, hasta los 5 mil 636 metros de altura en la cima del Pico de Orizaba, la montaña más alta de México.
El grupo está integrado por Agustín Reyes Vázquez del municipio de Río Blanco, Jessica Ángeles Arzate Santos de Orizaba, Gustavo Flores Carrasco “El Piernas” de Nogales, Jesús Perea de Esperanza puebla y Eliud Talibán de la Ciudad de México, además de la ciclista Jessica Martínez Cabrera de Agua Dulce quien cubrirá la parte técnica y de apoyo.
El desafío, denominado “Ruta Ciclo Alpina Veracruz 2024”, se realizará del 7 al 10 de diciembre, sin apoyos oficiales ni patrocinadores, financiado únicamente por los propios ciclistas, sus familias y amigos.
Los participantes explicaron que la ruta implica un ascenso de más de 250 kilómetros, con etapas que combinan altas temperaturas, cambios radicales de altitud, falta de oxígeno y tramos en los que deberán cargar bicicletas de hasta 20 kilos, además del equipo personal que puede sumar otros 25 kilos.
Los ciclistas entrenaron durante seis meses para este recorrido, conscientes de los riesgos que implica ascender por la cara sur del Citlaltépetl, considerada la más peligrosa debido a la erosión, posibles deslaves y tramos con caída de rocas. “Subir no es un juego; si vas sin respeto, te accidentas. Debes conocer tus límites, hablar claro con el equipo y reconocer cuando ya no puedes seguir”, expresó Agustín Reyes, quien ya ha alcanzado la cima en dos ocasiones.
La “Cero Metros”, como llaman también a esta prueba, se realizará en cuatro días, iniciando el 7 de diciembre, saliendo de la Torre de Pemex en Veracruz hacia Nogales, el 8 de diciembre inician el ascenso hacia el Valle del Encuentro, el 9 de diciembre llegan al albergue Fausto González Gomar para aclimatación y el 10 de diciembre iniciarán el ascenso a la cima entre las 00:00 y 01:00 horas.
Jessica Martínez Cabrera, encargada de la unidad de apoyo conocida como “la barredora”, acompañará al equipo para asistirlos en casos de fatiga, fallas mecánicas o emergencias.
Los deportistas lamentaron que, pese a la trascendencia de esta travesía, ningún ayuntamiento o empresa los apoyo, señalan que incluso rutas previas como la Tajín, la circunvalación al volcán y otras, han sido realizadas sin patrocinadores.
Además, varios de ellos suben cada año con imágenes religiosas para agradecer y pedir protección. Explican que grupos montañistas de Ciudad Serdán suelen reemplazar una Virgen que algunos visitantes arrojan al cráter o dañan, pues para ellos es un símbolo de resguardo.
Previo al ascenso final, los deportistas deberán registrarse en el último poblado dentro del Parque Nacional, como dictan los protocolos de seguridad de alta montaña. Para el equipo esta travesía cierra sus rutas extremas del 2025, marcando una tradición que se ha realizado por 15 años sin interrupciones, encabezada por Gustavo Flores. “Es un reto muy bonito, pero de mucho esfuerzo.
Aunque repitamos la ruta, cada año es diferente y la montaña siempre exige más”, concluyeron.




















