*¿SERÁ APOCALÍPTICO EL DESEMPLEO?
*RESTABLECER CONFIANZA EN POLICÍAS
*EXPECTACIÓN POR CASETA DE FORTÍN
La tecnología avanza con pasos acelerados, de hecho, a las viejas generaciones “nos alcanzó el futuro”, así, tal como estaba pronosticado por los expertos que escribieron sobre el tema hace más de medio siglo, como lo ejecutó Alvin Toffler, quien se refería con puntualidad a los cambios que ante los avances tecnológicos impactaría todos los ámbitos de la productividad y, obviamente, de la economía, efectos que no sólo alcanzarían los empresariales, sino paralelamente impactaría los sectores laborales, e incluso los hábitos en los hogares y los sistemas de enseñanza en escuelas y facultades…
Leí el ejemplar zigzagueando mi pensamiento entre la fantasía de lo surrealista, aparejado con la conflictiva confrontación ante una realidad cercana y, la verdad, que ése escenario se encontraba más próximo de lo que me imaginaba.
En mis ámbitos periodísticos, radiofónicos y televisivos por los que yo transitaba, se suponía que en esas empresas y en esa década de los setenta, contábamos con tecnología “de punta”, nunca imaginamos con todo y los escritos del señor Toffler, que tal y como lo refería una excelente producción cinematográfica de aquellos tiempos titulada “cuando el destino nos alcance”, precisamente “el destino tecnológico” que anunciaba el reconocido escritor, no sólo “nos alcanzaría”, sino que con velocidad sorprendente “nos iba a rebasar”.
Y claro que nos dejó atrás, países como Estados Unidos y Canadá “viajaron” con la velocidad tecnológica apropiada que, para entonces, nosotros “desdeñábamos”, así, por décadas, esos dos países tecnológicamente se mantuvieron en el presente, fueron, desde tiempo atrás, “el futuro hoy” como don Chara Manzur y socios identificaron al 2001, un periódico cordobés con tecnología de avanzada, como no existía otro en tierras veracruzanas.
Pero incluso esos equipos de “modernas” técnicas de impresión quedaron atrás, todo supera la modernidad que va aparejado obviamente a los avances tecnológicos y, cuando digo “todo”, apunto una realidad sin objeción alguna, tanto así que, pese a que en tierras mexicanas ya existen plantas en diversos sectores productivos de elevadas especificaciones técnicas, el país, nuestras tierras, no se encuentran ubicadas entre los niveles de elevada tecnología e industrialización, pero irremediablemente vamos en esa ruta y, los efectos, están claramente frente a nuestros ojos…
El mayor problema que afronta México paralelamente a los elevados rangos de inseguridad o quizá antes que la inseguridad, lo es no sólo la falta de fuentes de empleo, ello originado en gran medida por los pasos hacia el avance tecnológico en las plantas y áreas de la producción, sino también, porque para operar los nuevos equipos productivos, se requiere de mano de obra real y específicamente especializada.
No hemos avanzando “tecnológicamente” ni al nivel de inversiones, ni al ritmo que en lo general los nuevos tiempos reclaman… Las empresas con tecnología actual demandan de mano de obra calificada, ya no de ejércitos de obreros, eso constituye uno de los más agudos y sensibles efectos directos sentenciados con anticipación por el autor Alvin Toffler en 1970, con verdadera dimensión futurista, tanto así que tituló su libro como “El shock del futuro”.
Laboralmente, en el renglón de fuentes de empleo, para que millones de mexicanos obtengan su sustento y recursos que les permitan mejorar el nivel de vida de sus familias, comparativamente con los niveles del crecimiento de la población, en lugar de avanzar vamos hacia atrás, dado que nuestra economía en lugar de avanzar es frenada, tanto por los retos tecnológicos como por mano de obra no capacitada de manera apropiada, al tiempo que la que el número de mexicanos sigue incrementándose.
En estadísticas apenas dadas a conocer por el Banco de México, se apunta que el 68 por ciento de la mano de obra mexicana actualmente con trabajo, se encuentra cerca, muy cerca, “casi a la vuelta de la esquina”, de quedarse sin su empleo, con todo y su plaza legalmente obtenida, sumando la lealtad al trabajo y su constancia y antigüedad, todo ello por los avances en la industria de la automatización.
Los tiempos de la robótica arribaron a México, tarde o temprano nos invadirían, ello resultaba inevitable, ya estaba anunciado, ya se había pronosticado y si antes de ello se advertía un desmesurado crecimiento de la mano de obra con trabajos esporádicos, los tiempos nuevos del territorio nacional reclaman la industrialización automatizada, como ya ha sucedido en muchos otros países del mundo.
Escribía en “El Shock del Futuro” el autor en referencia: “Demasiado cambios en un periodo de tiempo demasiado corto”… Cierto en su momento y en los países de referencia directa, porque en México quedamos en letargo, el libro fue escrito hace medio siglo y hoy, crece el desempleo y se cierran oportunidades para millones de trabajadores por la automatización industrial, lo que apenas nos invade con todas sus ventajas y, obviamente, todas sus calamidades.
Hoy hablamos que el Banco de México (y debemos creerle) advierte lo ya referido: peligra el trabajo del 68 por ciento de los mexicanos “que actualmente están trabajando”, lo que se entiende que ellos se sumarán a quienes ya tienen mucho tiempo sin trabajar enmarcados en la economía informal, por lo que se vuelve imposible pronosticar la cifra realista… Pero de ese tamaño es el problemón que tiene de frente y, sin poder evadir, nuestro sistema económico, el gobierno y el pueblo de nuestro país… ¿Cómo la ven?
RESTABLECER LA CONFIANZA
ENTRE SOCIEDAD Y POLICÍAS
El Secretario de Gobierno del Estado de Veracruz, don Erick Cisneros Burgos, ha referido que por instrucciones precisas y puntuales del señor gobernador veracruzano, Don Cuitláhuac García Jiménez, ha girado instrucciones para que se apliquen prácticas permanentes e invariables de acercamiento entre la ciudadanía y el núcleo de policías veracruzanos, lo que incuestionablemente lleva la finalidad de que, en el pueblo en lo general, renazca la confianza entre la sociedad hacia los cuerpos responsables de brindarnos orden y seguridad en todo nuestro entorno.
En realidad, es apropiado que los mandos estatales busquen las vías para reinstaurar la confianza del pueblo entre los sectores responsables de brindarnos seguridad, pero el real y único camino para lograr tal propósito, es que los cuerpos policiacos, real y claramente, actúen con honorabilidad y con efectividad en su misión, que hoy se ha convertido en una de las de mayor complejidad, ante los turbios escenarios que en los ámbitos delincuenciales se han reflejado hacia la colectividad, hechos en los cuales los cuerpos policiacos han perdido rangos de credibilidad y, por lo mismo, se ha demerita la confianza.
No sólo en Veracruz, sino que en muchas partes del país (quisiéramos que existieran excepciones) los hechos violentos constituyen información cotidiana, ello lastima a toda la sociedad en su conjunto y, en cada hecho, la pregunta primera refiere interrogantes sobre la capacidad de nuestro gobierno, sea municipal, estatal o federal, para responder en la primera obligación, antes que ninguna otra de toda autoridad, que consiste incuestionablemente en garantizar seguridad efectiva y plena a quienes representan.
Saludable es la intención de sembrar confianza entre cuerpos de seguridad y sociedad en lo general, pero tales niveles se logran en el sendero de los resultados, la sociedad no sólo de Veracruz, sino de todo el país, se siente defraudada ante el panorama sangriento y delincuencial que flagela a los mexicanos, así las cosas, el mejor sendero para rescatar identidad entre ciudadano y sectores de seguridad, es que se restablezcan niveles aceptables de tranquilidad, erradicándose tanta angustia, dolor y llanto entre la sociedad mexicana.
LO QUE SE LEE
Que el diputado federal Don Juan Martínez, reiteró el compromiso hecho por el gobernador veracruzano Cuitláhuac García Jiménez, referente al retiro de la caseta de cobro sobre la autopista entre Córdoba y Orizaba.
LO QUE SE VE
Que la caseta en cuestión, efectivamente ha operado como un muro que separa regiones hermanadas desde siglos atrás, se podría decir que desde que fueron fundados todos los pueblos de la zona centro veracruzana, que por siglos han permanecido entrelazados familiarmente, así como en los ámbitos económicos y obviamente culturales.
LO QUE SE OYE
Que en la próxima visita que el ya cercano tres de febrero realizará a Córdoba el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, podría oficializarse en voz del propio señor Presidente, el retiro de la referida caseta de peaje, hecho que incuestionablemente festejarían en grande todas las ciudades, pueblos y rancherías de la región central veracruzana… Ya veremos.
Atiendo sus puntos de vista en
alfredorioscolumnas@gmail.com