*La casa de Ruíz Cortines
*Contaminación e impunidad
*Tendencias a lo inconcluso
Y es verdad que los medios de comunicación pareciera que ya no tienen otro tema más sobresaliente, que el referir hechos que no constituyan escenarios de violencia, pero tales determinaciones editoriales no son sino el natural reflejo de lo que se registra en el país, así como en los entornos locales, situación que ni es nueva ni constituye una tendencia de mala fe de los cuerpos de redacción, sino que al llegar el momento de publicar, es precisamente la violencia lo claramente predominante…
Pero a más de ello uno de las objetivos de los medios informativos, del que incluso depende su propio nivel de aceptación y subsistencia, es difundir con la precisión posible y la oportunidad al alcance, lo más impactante que se registre en el marco social de la colectividad y, no son los reporteros los que crean tales escenarios, sino que los constituyen todos los que conformamos el conglomerado social, obviamente incluyendo a los diversos niveles que integran la administración pública en sus respectiva áreas, de quienes depende tanto la tranquilidad social como lo referente a brindar seguridad.
Debe tenerse muy claro en todos los círculos de la sociedad actual, que de siempre, los medios informativos han operado una “sección de información policiaca”, que muchos califican como “de notas rojas”, tendencia que incluso hace muchas décadas atrás, originaba que por las dimensiones de una información de corte policiaco, se colocara (como caso especial) en la portada de los medios impresos o en los titulares iniciales de los noticieros radiofónico y televisivos, lo que representaban determinaciones aisladas que dependían del grado impactante de dichas informaciones.
Pero con el “aterrador avance” de actividades delincuenciales en el territorio nacional, la publicación de notas sobre tales escenarios, dejó de ser una excepción para convertirse en “normalmente cotidiana”, tanto así que ahora “lo extraño, lo no cotidiano” es que en las portadas de los medios impresos y en los titulares del inicio de noticieros por vía electrónica, no se registre de manera destacada la referencia a hechos delincuenciales.
Con tales referencias en éstas líneas, otorgo respuesta pública a cuestionamientos que he venido escuchando por parte de lectores, televidentes y radioescuchas, en los cuales agregan que, ante “el exceso” de información violenta “altamente desagradable” en los medios de comunicación, se han visto precisadas algunas familias, a evitar que los menores presencien programas noticiosos o tengan en sus manos un medio impreso: “Que antes fueron formales y serio”, pero ahora se han convertido en difusores de escándalos sangrientos.
En tales conversaciones escucho decir que nos hemos contagiado los reporteros e incluso los analistas, en voceros espectaculares de hechos sangrientos, de actos fuera de la Ley y de la ilegalidad como actividad cotidiana, cuando antes se creaban secciones reducidas para temas delincuenciales.
Y la verdad es que el tema de la inseguridad ha dejado de ser exclusiva de un determinado sector o área, para convertirse en un escenario que alcanza a todos y, obviamente, de la misma forma ha invadido las primeras planas o secciones de los medios de información e incluso los espacios para los analistas.
Tales realidades constituye parte ineludible de nuestra realidad… Ahí la dejamos.
LO QUE SE LEE
No dejan de ser referencias del interés colectivo, los apuntes realizados por descendientes del expresidente mexicano Don Adolfo Ruíz Cortines, en los que se deja constancia que por puntos de vista de sus actuales propietarios (también familiares del que fuera honorable funcionario mexicano) la casa en la que nació Don Adolfo se encuentre en lamentable en estado, inmueble ubicado en la calle de Zamora precisamente en el centro de la ciudad.
Quien refiere tales apuntes destaca que el inmueble podría operar como un centro de actividades sociales en beneficio de la ciudad, que en parte fuera útil como un permanente recordatorio de uno de los más prestigiados funcionarios que ha tenido México en su historia, paralelamente a su destacada honorabilidad reflejada en la función pública, incluyendo su ameritado paso como Presidente de México.
Y ciertamente, cuando en las conversaciones entre núcleos de mexicanos surgen referencias a la honorabilidad, modestia y respeto que como legado hubiera dejado un funcionario público en el territorio nacional, la primera anotación que aparece es la de Don Adolfo Ruiz Cortines, Presidente que ha sido reconocido por la sociedad mexicana como un ejemplo de comportamiento no sólo administrativamente, sino de igual manera en su trato y serena convivencia en todos los escenarios en los cuales se encontraba.
Muchos serían los veracruzanos y mexicanos de las diversas entidades del país, que mostrarían su total acuerdo para que en Veracruz se rescatara la casa donde vio la luz primera Don Adolfo, porque constituye un ejemplo como ciudadano y funcionario público, que dejó imborrable huella de honorabilidad para el país, de la que – por cierto – muchos otros han carecido… Ahí la dejamos.
LO QUE SE VE
Es verdad que se han ampliado los recordatorios, las acciones e incluso las advertencias, para desterrar en México y en el mundo entero el uso de productos plásticos primordialmente de los calificados como “desechables”, como es el caso de las bolsas que se utilizan para trasladar lo que compramos en centros comerciales y que, después de ello, reutilizamos para diferentes objetivos, siendo uno de ellos el ocuparlas como recipientes de basura que colocamos en las calles para cuando arriba el recolector de los desechos.
Pero todo hace indicar que tales “recomendaciones” para evitar que productos plásticos sigan originando severas afectaciones al medio ambiente, están registrando emplazamientos tras emplazamientos, lo que evita que los resultados sean exitosos y ello nos conlleve a “más de lo mismo”, ante un escenario que anuncia un cercano panorama catastrófico, que a toda costa debería de ser evitado.
Y debemos insistir en que sobre el tema, débil se advierte a las autoridades en su papel primordial para poner un real freno al proceso contaminante, que insistimos, nos ha colocado en la antesala de una catástrofe que podría llegar a los conceptos de irremediable… ¿Hasta cuándo se reflejara firmeza y orden para salvaguardar nuestro propio habitad?
LO QUE SE OYE
Que el Presidente de México refirió en sus ya cotidianos mensajes en redes de Internet, que “Es imposible recorrer los pueblos de Oaxaca y de otros Estados, sin encontrar una obra inconclusa de gobiernos anteriores”…
Y es verdad, porque tales escenarios ya forman parte de un “vicio tradicional” en los marcos de las diversas administraciones públicas que han transitado en nuestro país y que, salvo algunas excepciones, no existe argumento razonable alguno para justificar.
Incuestionablemente escenarios como el señalado por el actual Presidente de México, se convierten en focos de inconformidad, sobre todo cuando pasan de la lentitud a la paralización e incluso al abandono, lo que se convierte no sólo en una burla para el pueblo de México, sino de la misma forma, en un foco de irritación que da curso a la inestabilidad del conglomerado social… Ni de más, ni de menos.