Mi primera lección de francés hacía alusión a un músico ficticio llamado Michel Lenoir que vivía en la Place de la Contrescarp de París. El sólo hecho de que este lugar aparezca en un libro de francés para extranjeros es indicio de su popularidad.
Localizada en pleno centro del Quinto distrito, esta plaza que mide apenas 40 m de diámetro tiene en su centro una fuente. Los restaurants situados alrededor son particularmente frecuentados por la tarde y noche y hacen de la Contrescarp un sitio de visita para los turistas internacionales y de reunión para los habitantes del barrio.
Las fotos presentes en este reportaje fueron tomadas temprano por la mañana, cuando reina la calma, antes de la llegada de los numerosos visitantes, y justo cuando los vecinos bajan a tomar en las terrazas el primer café del día.