“Una cualidad de la justicia es hacerla pronta y sin dilaciones, hacerla esperar es injusticia”: Jean de la Bruyere.
Buen día apreciado lector:
Sin ir más allá de lo que el buen juicio recomienda y en respuesta a una invitación formal, después de casi cinco años de discreto silencio, este lunes reapareció públicamente vía el entorno virtual, el magistrado Alberto Sosa Hernández.
De paso ejemplar, honesto y extraordinaria labor durante dos periodos consecutivos en la Presidencia del Poder Judicial del estado de Veracruz (2010-2016) al que ingresó en 1977, Sosa Hernández fue galardonado entre los abogados más destacados de la Entidad. por la Red Veracruzana de Estudios Histórico Jurídicos que preside María de los Ángeles Escobar Segura.
Hombre forjado en los valores morales que le inculcaron sus padres; de profunda cultura y más lúcido y agudo que nunca a sus 72 años de edad el magistrado se apoyó en el trabajo de grandes pensadores para, con motivo del “Día del Abogado” enviar positivo y esperanzador mensaje a quienes como él lo ha hecho, transitan “dentro del difícil camino de uno de los más grandes valores de la humanidad, como es la justicia”.
Reconocido aficionado e impulsor del rey de los deportes, después de algunos días de meticuloso y concienzudo análisis en su impresionante biblioteca, señaló entre otras cosas que es obvio que la aplicación de la justicia resulta compleja.
“No es cierto que deba atender únicamente la literalidad de la ley, la Constitución, los códigos, los reglamentos, la doctrina, la jurisprudencia. Si se atiende a ellos, dejaríamos sin tocar la equidad, el equilibrio, la sensibilidad, la buena fe, el humanismo y sobre todo, propósito y significado.
Recordó la máxima del Quijote: “solo dobla la vara de la justicia con el peso de la misericordia” por lo que, para verdaderamente aplicar el derecho escrito con voluntad y decisión, “debemos comportarnos como seres humanos sin perder de vista los postulados del ius naturalismo y su filosofía, los derechos que son inherentes a la vida de relación: los derechos humanos”.
De esta manera recordó lo que ya desde 1919 proponía el reconocido letrado español Ángel Osorio y Gallardo, que “en el Abogado la rectitud de la conciencia es mil veces más importante que el tesoro de los conocimientos. Primero es ser bueno; luego, ser firme; después ser prudente; la ilustración viene en cuarto lugar; la pericia en el último”. Solo la gente sensible y humana seguramente captará este valioso mensaje en juzgados y tribunales, en despachos y barandillas, los demás seguirán condenados a su desmedida codicia.
Tenga paz y armonía en su hogar. Cuide el agua y las plantas.
