“Es un área pública, pero para las personas que necesitan atención médica, para periodistas aquí no hay atención, simplemente sería por urgencias en caso de que llegaran heridos, aquí el área es pública, como le repito, para las personas que necesitan atención médica, no para periodistas”.
Córdoba, Ver.- Ante la fuerte inconformidad que persiste entre el personal médico, administrativo, enfermería y de servicios en general en contra del director del Hospital General Córdoba Yanga, Roberto Carlos García, el nosocomio ayer fue blindado por más de 15 elementos del IPAX a fin de evitar que los trabajadores que sienten violentados sus derechos laborales pudieran acercarse a la doctora Romana Gutiérrez Polo, Directora de Atención Médica en el Estado, quien acudió a la reunión de Hospitales para llevar a efecto la revisión de productividad de Médicos, así como la supervisión de Referencia y Contrarreferencia de Atención al Paciente.
Inconformidad que se extiende hacia la incondicional del director Alondra Ricaño Lagunes, quien en nómina aparece como encargada de servicios generales, pero se ostenta como asesora administrativa de la dirección al sentirse protegida por el secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, licenciado Javier Ricaño Escobar, quien según dice es su tío.
Así como a Aldo Espinosa de los Monteros, secretario de Alondra, sobre quién existen acusaciones de familiares de pacientes, por cobrarles 200 pesos para permitirles acceder al nosocomio a visitar a sus enfermos.
Los inconformes, quienes no pudieron entregar el escrito de protesta a la doctora Romana, el cual está dirigido al doctor Gerardo Díaz Morales, Secretario de Salud y Director General de Servicios de Salud De Veracruz y en el que plasman todas las violaciones a sus derechos laborales, entre ellos malos tratos, gritos, calumnias, entre otros, mismo que cuenta con alrededor de cincuenta firmas, mencionaron a este medio de comunicación que el Hospital carece de especialistas, (neurólogo, urólogo y pediatra), lo que demerita la atención a los pacientes, además de que hay pocos medicamentos, la mayoría caducos y falta de mantenimiento a las instalaciones como se puede ver las camas del área de pediatría que se encuentran oxidadas y también al equipo médico del nosocomio.
Los inconformes, quienes pidieron el anonimato ante la caótica situación que viven dentro de su centro de trabajo, externaron que el director Roberto Carlos García ejerce cual si fuera un capataz y tal es la prepotencia con la que actúa que despidió injustificadamente a dos trabajadores.
Reporteros de este medio, acudieron al Hospital ante el rumor de la presencia del secretario de Salud, sin embargo les fue negado el acceso, aduciendo personal de seguridad del IPAX, quienes se negaron a identificarse, pero existe un audio, que los periodistas no podemos acceder al nosocomio.
“Es un área pública, pero para las personas que necesitan atención médica, para periodistas aquí no hay atención, simplemente seria por urgencias en caso de que llegaran heridos, aquí el área es pública, como le repito, para las personas que necesitan atención médica, no para periodistas”.
Durante nuestra estancia afuera del hospital pudimos constatar la inconformidad de familiares de los enfermos, quienes son violentados en sus derechos humanos por parte del personal del IPAX, a quienes poco les importa el dolor y la angustia que viven al tener a sus pacientes hospitalizados y no poder verlos y mucho menos su situación médica.
Familiares, que están a la intemperie, bajo los rayos del sol e incluso de la lluvia, ya que no existe un lugar donde puedan protegerse de las inclemencias del tiempo, pues el albergue que funcionaba hace años, ahora es ocupado para tener el medicamento.
Incluso, acusaron, que por instrucciones de Aldo les cobran doscientos pesos para permitirles el acceso para visitar a sus pacientes. En este medio tenemos documentos que avalan lo señalado.
Los inconformes, entre personal médico, administrativo, enfermeras e incluso de aseo, afirman que toda esta inconformidad por el abuso de autoridad del director Pediatra Roberto Carlos García y sus incondicionales, Alondra Ricaño, Aldo Espinoza e incluso la jefa de Recursos Humanos, Maricruz Hernández Castellanos, quien solo cuenta con bachillerato, tienen conocimiento las autoridades de Salud en el Estado, quienes han hecho caso omiso a sus peticiones.
El currículo del doctor Roberto Carlos es ampliamente conocido, ya que fue despedido de la clínica 8 del IMSS por señalamientos de una enfermera, a quien violentó sus derechos laborales.
Del hospital Huerta también fue dado de baja por falta de empatía y maltrato a pacientes, el galeno también enfrentó un proceso penal por negligencia médica en 2015, junto con tres pediatras y salió libre al pagar la fianza.
Acusaron los inconformes que por órdenes del director de quirófanos se retiraron todos los medicamentos y cuando hay alguna urgencia durante cirugías, las enfermeras tienen que correr a la farmacia por sueros o lo que se necesite, situación que es preocupante, principalmente en las noches, al permanecer cerrada la farmacia.
Ante esta caótica situación que se vive al interior del Hospital, el cual presta atención médica a la ciudadanía de 59 municipios de la zona centro, exigen la pronta intervención del Secretario de Salud.
Ante las violaciones a sus derechos laborales personal administrativo, médico y enfermeras tienen previsto realizar un paro laboral en el Hospital, esto como medio de presión para que sean escuchadas sus demandas.