Córdoba, Ver.- Víctor Suárez Carrera, Subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la SADER, sostiene que el futuro de la agricultura no solo en México sino en todo el mundo es la agroecología, un sistema saludable agroecológico y de producción, “que no contamine los suelos, el agua, ni mate la diversidad biológica”.
Afirma, que el uso masivo de agrotóxicos en el mundo ha provocado la caída drástica de poblaciones de abejas y otros polinizadores, “sin abejas no hay vida, hay estudios que determinan que extinguiéndose las abejas la humanidad solamente sobreviviría 4 años”.
Suárez Carrera, subraya que se necesita asegurar un cambio, porque este modelo agricultura industrial genera grandes cantidades de efecto invernadero, “se ha cuantificado que este modelo aporta un tercio de los gases de efecto invernadero, que a su vez después es víctima de esos cambios por sequía e inundaciones”.
Detalla, que este modelo de agricultura industrial impuesto desde el exterior hace más de 60 años ,”solo ha beneficiado a las grandes transnacionales de semillas y de agrotóxicos”.
Mencionó, que para transitar hacia la agroecología el principal reto es que el productor conozca que puede ser más benéfico en términos de rendimientos y disminución de costos cambiar este sistema, pero lo primordial es que gradualmente están restableciendo la salud de los suelos, ” porque no puede haber alimentos saludables sin suelos saludables”.
Externa, que los alimentos ya no son naturales al agregarle conservadores, saborizantes, colorantes todo ello artificiales en envases que consumen energía y posteriormente se desechan.
Suárez Carrera, sostiene que este sistema sólo genera ganancias a muy pocas empresas; sistema que no se sostiene ni desde el punto de vista económico, ambiental ni de salud.
“México como en el mundo están moviéndose hacia sistemas sustentables y saludables de producción y consumo de alimentos”, dijo
Informó, que Estados Unidos es el país con más mala nutrición en el mundo, ocupa el primer en lugar en obesidad y sobrepeso, México el segundo lugar, por ello es una necesidad cambiar para bien de todos, porque por encima de las ganancias, de las utilidades, de los tratados comerciales, por la fuerza y el poder de las transnacionales, están los derechos humanos de la población, “no es una transición fácil, no es un cambio rápido”.






















