Rafael Delgado, Ver.- El cierre de la administración municipal encabezada por Alejandra Enríquez Ortiz quedó envuelto en señalamientos de presunto uso indebido de recursos públicos, luego de revelarse que su esposo, Anselmo García, habría cobrado un aguinaldo sin tener sustento legal para recibirlo.
De acuerdo con información recabada, García participó en el DIF Municipal bajo la figura de titular honorario y habría percibido un pago de aproximadamente 120 mil pesos por concepto de aguinaldo, pese a que la normatividad vigente establece que quienes encabezan de manera honoraria este organismo no deben recibir salario, compensaciones ni prestaciones económicas.
Durante los últimos tres años, Anselmo García habría recibido recursos públicos de forma constante, situación que culminó con la entrega de una prestación de fin de año considerada irregular, en un municipio que enfrenta rezagos en servicios básicos y atención social.
A este monto se suma el aguinaldo de 180 mil pesos que la propia alcaldesa se habría autorizado al cierre de su gestión, lo que eleva a 300 mil pesos el total destinado al matrimonio, decisión que ha generado inconformidad entre habitantes del municipio y ha sido señalada como un posible abuso de poder.
Las decisiones habrían sido avaladas por la síndica única, Norma Reyes, quien, además de percibir un salario mensual de 64 mil pesos, no habría objetado la inclusión del esposo de la alcaldesa en la nómina ni el otorgamiento de prestaciones que, por ley, no le correspondían.
Mientras tanto, pobladores de Rafael Delgado continúan enfrentando carencias en infraestructura, servicios y atención social, lo que ha reforzado las críticas hacia una administración señalada por falta de austeridad, opacidad y posible responsabilidad administrativa. El caso podría ser revisado por el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) y otras instancias competentes.
Por su parte el alcalde electo, Miguel Ángel Sánchez Arcadio, informó que durante la primera fase de revisión se detectaron múltiples inconsistencias en las áreas entregadas por la administración saliente.
Detalló que su equipo recibió seis departamentos municipales, aunque sin la presencia de la presidenta municipal ni de su comité de entrega, lo que consideró una señal preocupante. “Venimos con el propósito de que todo saliera bien, pero encontramos muchas inconsistencias”, declaró el alcalde electo, quien adelantó que todas las anomalías serán integradas en un dictamen formal una vez concluido el proceso.
Sánchez Arcadio subrayó que, de confirmarse irregularidades, se actuará conforme a la ley. Asimismo, convocó a la ciudadanía a acompañarlo el próximo 1 de enero, fecha en la que iniciará formalmente su administración, destacando que la participación ciudadana será un eje central del nuevo gobierno.
El cierre del actual trienio deja abiertas interrogantes sobre el manejo de los recursos públicos y refuerza la exigencia social de rendición de cuentas, en un municipio que demanda gobiernos alejados del beneficio personal y cercanos al interés colectivo.






















