Acertijos

AH ESOS PUENTES Y AQUEL DISNEYLANDIA

Columna Acertijos de Gilberto Haz

*Los caminos de la vida, los dictan desde el púlpito presidencial. Camelot.

Algunos ya le llaman el presidente de las ocurrencias. Sucede que en una mañanera, cuando se celebraba el Día de la Constitución, AMLO sacó de su ronco pecho que sugeriría cambiar las fechas de los días feriados, porque los estudiantes y los niños no sabían cuándo y cómo y porqué se celebraban los Días Patrios. Y me acordé de aquella frase del difunto dictador comunista y socialista, Fidel Castro Ruz, que un buen día dijo de nuestros niños: “Los mexicanos conocen más a Mickey Mouse que a sus héroes nacionales”. En parte tenía razón ese barbón. Cuando eso ocurrió, México se estremeció, los cancilleres de México, Rosario Green, y Roberto Robaina, de Cuba, tuvieron que aclarar que el comandante no quiso ofender a los mexicanos al grito de Disney lo es todo, que había sido en corto y familiar. Pedro Joaquín Coldwell, que era el Embajador en Cuba, fue llamado a México como protesta contra el Dictador. Pero no es culpa de los padres. Quizá sí de algunos maestros que, en los días que se celebra algo, debían ponerles las tareas de que les lleven un trabajo sobre eso mismo. El Día de la Constitución, del Trabajo, de Benito Juarez, los 15 y 16 de septiembre, de la Bandera, etc. Si la medida prospera, le hará un gran daño al Turismo, a ciudades pequeñas o grandes donde la gente se toma ese puente para pasear con los suyos. A Orizaba le hará un gran boquete, ya la dañó quitándoles los incentivos económicos de Pueblo Mágico, y ahora con esta medida los restauranteros y hoteleros pegan el grito en el cielo. Su mismo secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, había expresado números extraordinarios de esos puentes de días feriados. Salieron 1 millón 600 mil paseantes, que dejaron una derrama económica de 4 mil millones de pesos. El expresidente Felipe Calderón lo califico de “Grave error regresar el asueto al día festivo. Para muchas familias, los fines de semana largos son la única oportunidad de vacacionar”. Al presidente se le fueron encima. Los indicadores de encuestas comentaron que la mayoría rechazó esa propuesta. El mismo presidente lo reconoció, dijo: “Nunca ha habido tanta oposición en las redes como con la eliminación de los puentes”. ¿Entonces? Bien lo decía Kamalucas: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”.

LA HEROICIDAD MÉDICA

Uno cuando anda malito y te internas en un hospital, sea cual sea, descubres la eficiencia y el humanismo de los doctores, no todos, pero muchos sí. Aquellos que hacen honor al Juramento de Hipócrates, ese que dice que primero es el paciente: (En el momento de ser admitido entre los miembros de la profesión médica me comprometo solemnemente a consagrar mi vida al servicio de la humanidad.Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con inocencia y pureza)Después de ser intervenido y si todo sale bien, los admiras al doble. Ocurrió en Wuhan, China. Con el Coronavirus, Lo leo en el Mundo de España. Sucede que al doctor de apellido impronunciable (allá todos tienen el apellido impronunciable) Li Wenliang, fue el primero que se enteró que llegaba ese virus. Mandó enseguida por los chats del WhatsApp la información a los colegas médicos diciéndoles que se fijaran bien en esa nueva enfermedad. Resultó ser el Coronavirus. El Mundo: “La advertencia a sus colegas citaba la conveniencia de protegerse para evitar una infección. Pero aquel mensaje generó notable problemas a Li Wenliang. Días después de haberlo escrito, agentes del régimen le visitaron para preguntarle por su comentario. Fue incluso presionado para firmar una carta en la que se le acusaba de difundir falsos rumores que podían causar alarma social. El motivo real radicaba en que las autoridades de Wuhan no habían advertido públicamente de la gravedad del brote ni de la posibilidad del contagio entre personas. El pasado 10 de enero Li Wenliang contó en la red social Weibo que había empezado a toser. Al día siguiente refirió que tenía fiebre y otros dos más tarde ingresaba en un hospital de Wuhan. Hace una semana, el 30 de enero, se diagnosticó que había sido contagiado por el coronavirus. Su muerte se ha confirmado este jueves. Descanse en paz.

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