El viernes anterior el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, invitó a desayunar a su adversario político en la recién concluida jornada José Antonio Meade Kuribeña, en su domicilio privado.
Cuates, pues. Amor y paz. La pregunta es a cuenta de qué o cuál es el plan para atraer al potosino en alguna representación pública, puede ser ante el Fondo Monetario Internacional, el Banco de México, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, veremos pronto.
Atrás quedaron los denuestos diarios, las acusaciones reiteradas y repetidas, parte del plan de campaña que Meade nunca pudo contener y en cambio partícipe activo, más el encono hacia su opositor como si la nación ni siquiera estuviera presente en la campaña del candidato priista.
El encuentro no le pareció bien ni un tanto a la actual presidenta del tricolor, Claudia Ruiz Massieu, quien suele ser protagonistas en donde se aparezca y hacer valer su palabra por encima del que se atraviese, que para eso tiene buen padrino y es política de abolengo. El caso es que la decisión de aventarse los chilaquiles y frejoles de la olla, es asunto de Meade.
Más allá de tales consideraciones, lo obvio es la política que hasta ahora delinea López Obrador en calidad de mandatario: ningún desgaste mayor en esta fase de extendida transición, luego ya se verá.
Por eso lanza cartas y se va de paseo en cuanto le es posible.
En el ánimo popular: su plan de austeridad; nombramientos (cuestionados y no); descentralización del gobierno federal; recorte de salarios; respaldo a adultos mayores; legalización de enervantes; amnistía a personas involucradas en narcotráficos en asuntos no graves; educación a los jóvenes, escolarizada y abierta; reactivación petrolera y petroquímica; incluidas dos nuevas refinerías; ataque frontal a la corrupción y alto a la impunidad; mayor infraestructura y al sureste particular atención; cuasi intactas las variables macroeconómicas; fortalecer mercado interno; la relación con el big crazy de junto; la atención a migrantes; el necesario desarrollo mesoamericano, ah y la seguridad, vaya tarea que tiene enfrente.
Atraques:
- Poco se sabe cómo irán equilibrando la devastación de bosques y recuerdos hidráulicos, pues hay devastación y contaminantes de sobra, a veces en las esferas de ingreso de narcotraficantes.
- Vaya tormenta que afectó al puerto de Veracruz la madrugada de este viernes, extraordinario fenómeno que afectó la zona centro.
- Y en Ciudad Juárez, uffff, vaya que se mueven piezas, dólares, armas, la vida ¿vale?