*La historia es nada más que los crímenes y desgracias de la raza humana.
El sábado por la tarde, las redes sociales comenzaron a informar que había sufrido un atentado el diputado, Juan Carlos Molina Palacios, poquito después, que había fallecido, y exhibieron su fotografía acribillado a mansalva por uno o dos tiradores. La reacción inmediata fue de repudio. Volvía Veracruz a ensangrentarse, de hecho no ha dejado de vivir ensangrentado, y los actores comenzaban a aparecer, el gobernador Cuitláhuac hablaba de que no habría impunidad, pero en seguida la bancada del PAN le recriminó esa violencia y les mandó el mensaje de que, si no pueden, renuncien. El exgobernador Miguel Ángel Yunes se sumó a los pésames en su tuiter, y me cuentan que asistió anoche al velorio en Playa de Vaca, a presentar a la familia su sincero pésame, Héctor Yunes Landa, quien era su compadre, tuiteó también que “Veracruz es escenario de otro crimen abominable”. Javier Lozano, culpó a Cuitláhuac y a AMLO, por la violencia desatada. En esas andamos, enterrando a nuestros muertos, no saliendo del asombro de que se mate con toda la impunidad a cualquier ciudadano, sea encumbrado en la política o sea solo un civil cualquiera. Es el reflejo de esta barbaridad que vivimos, lo mismo con la familia LeBarón, que con Juan Carlos Molina, el Compayito, un diputado que tenía fama de ser buen amigo, un hombre de bien dedicado a su familia y a sus asuntos agrícolas y ganaderos y a lucir los grandes sementales, donde ganó dos premios nacionales que le dio el presidente Peña Nieto. Enlutece a Veracruz, enlutece a su familia, y nos enlutece a todos los que le conocimos y tratamos. Descanse en paz, una muerte innecesaria, brutal en este Veracruz que no encuentra camino. No preguntes por quién doblan las campanas: doblan por ti, por mí, por nosotros, doblan por Veracruz y por el todo México ensangrentado.
LOS DIPLOMADOS DE UV Y CEAPP
En Xalapa, el sábado nos congregamos a recibir a los 149 periodistas del estado, reporteros, fotógrafos, columnistas, todos aquellos que hace unos seis meses participaron en las tareas de un diplomado, para en un paso siguiente alcanzar la licenciatura. Programa que se ejecutó por la prestigiada Universidad Veracruzana y por la Comisión de Periodistas. La rectora Sara Ladrón de Guevara y la presidenta, Ana Laura Pérez Mendoza y los comisionados todos, acompañamos a los graduados en una ceremonia sencilla pero emotiva, en el salón Grayeb por el rumbo del Museo de Xalapa. Me tocó mesa con Sergio Gil, periodista, extraordinario decimero en Notiver, un hombre que deleita en sus espacios. Eran graduados de Veracruz, Xalapa, Coatzacoalcos y Mina, el norte del estado, de Tierra Blanca cuatro o cinco, Córdoba y Orizaba. Hace meses ese proyecto nació y ahora a la Comisión de periodistas piden datos de varios estados: Baja California, Chihuahua, Nuevo León y CDMX, quieren saber qué se puede hacer para integrarlos en sus estados y volver licenciados a los suyos. Un pequeño presídium, un salón cómodo, comenzaron los discursos y la rectora emocionada agradeció a todos aquellos que pusieron su tiempo y esfuerzo en seguir preparándose, y se habló de la libertad de expresión. Ana Laura les agradeció el esfuerzo, muchos habían viajado en la noche desde los lugares lejanos a Xalapa, la mayoría andaba desde la madrugada para llegar a ese destino. Uno a uno les fueron entregando sus diplomas. Noé, el paparazzi de Crónica Tierra Blanca, ejecutaba sus fotos. Vi también a Garrido de Notiver, en la banqueta cuando iba llegando. Algunos abandonaron porque había que ir a cubrir ese cobarde crimen al diputado Molina Palacios. Entre el tiempo con norte, que entraba a Veracruz, entre el júbilo y contento de los graduados, se nos fue la tarde. Había que tomar camino porque la mayoría éramos de fuera. Un buen evento de la UV y de la CEAPP. Ahora a seguir el otro paso y terminar siendo licenciados. Felicidades a todos.
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