Córdoba, Ver.- Extrema pobreza viven habitantes del municipio de Tequila, quienes tienen que salir de su municipio para vender sus artesanías y muebles que elaboran.
Artesanos indígenas tienen que recorrer kilómetros ofreciendo sus productos y en ocasiones sufren represión por parte de autoridades municipales, tal es el caso de Orizaba en donde no les permiten ni pararse para comprar un refresco o agua.
Lo anterior fue narrado por Fernando Rosales Martínez, quien tiene un taller de carpintería en Tequila y quien tiene que trasladarse a Córdoba, Yanga e incluso a Tehuacán, puebla para vender sus sillas y bancas que elabora.
En Tequila, dijo “nos permiten vender, pero la gente es tan pobre que no compra, mejor viajó a Córdoba”.
Mencionó que su familia está integrada por su esposa y tres hijos, el mayor de 19 años terminó la primaria y se puso a trabajar en la carpintería para ayudar con los gastos.
El segundo va al preescolar, tiene 6 años y el más pequeño dos meses.
Dice que a veces solo gana 50 pesos para la comida de su familia, el camión de Tequila a Orizaba le cobra 24 pesos y de Orizaba a Córdoba 24 pesos y en los dos días que permanece en esta ciudad para expender su mercancía gasta para su comida.
En Orizaba, dijo no nos podemos ni parar el otro día entre a una tienda a comprar un agua y el inspector me quitó mis banquitas y a mi me subieron a una patrulla, según por estar vendiendo y tuve que darles -abundó- 585 pesos para que me regresarán mis cosas.
A todos nos quitan nuestras cosas, a las señoras las jalonean y les quitan sus canastas a veces hasta les tiran sus tortillas.
Aquí en Córdoba y en otros lugares que he ido como Yanga nos dejan vender porque nosotros caminamos ofreciendo los muebles que hago.