Es la misma de siempre.

Con premios internacionales, con un doctor Honoris Causa. Norma es Norma. Sudada, despeinada y con una sonrisa saluda a quien esto escribe que desciende del vehículo y le pide una entrevista.

Accede con la afabilidad de un corazón que sólo sabe dar lo que tiene al prójimo que lo necesita.

“No me tomes fotos. Voy a salir toda sudada y sucia. Estamos recogiendo envases vacíos para obtener más recursos porque el número de migrantes que pasan por la zona centro aumentó en las últimas semanas”.

Los premios son tan importantes como el obtener recursos y apoyos para seguir dando ayuda junto con las mujeres que conforman el grupo Las Patronas.

Precisa que el apoyo a las caravanas de parte de Las Patronas, aumentó

“Atendemos a los que pasan por la carretera y hacen parada en Rancho Trejo como los que viajan en La Bestia”.

“Nos coordinamos con grupos de apoyo del sureste que nos informan cuantos vienen por carretera o por tren y en base a esa información nos preparamos para recibirlos”.

Externa que Rancho Trejo es la parada más continua del migrantes, hombres, mujeres y menores.

“Nos avisaron ayer que había 40 en Rancho Trejo. Ya no pudieron subir a las trailas y ahí se quedaron en la noche para esperar que algún tráiler los llevara más hacia el norte. Nos pidieron alimentos. Teníamos la comida preparada. Aumentamos un poco más porque en el tren habían subido como 400 centroamericanos”.

Indica que “cuando llegan al albergue es mucho más fácil conseguir la tortilla, hacer frijol y arroz, pero cuando se va a otro lugar, de aquí a que preparan los alimentos es más difícil”.

“Ayer se hicieron 20 kilos de arroz y 20 kilos de frijol para llevar a las personas de Rancho Trejo y no alcanzó. Tuvimos que comprar bolillos, jamón, queso y les hicimos tortas para que se llevaran o comieran. Los vimos tirados en las banquetas por todos lados, en las esquinas, recostados por el cansancio. Les dimos agüita y alimentos”.

Agradece el poder dar: “Gracias a Dios comieron, saborearon esa salsita de huevo que les llevamos, arroz, frijoles y después se durmieron”.

Los arrulla en su corazón, son parte de ella misma.

“Nos dio tiempo de compartir con ellos el pan y la sal, de dialogar poquito y ver las necesidades que cargan en sus espaldas”.

Externa que la situación que viven millones de latinos en países como Venezuela, Nicaragua y Honduras, de donde vienen huyendo en algunos casos por las dictaduras y en otros por las bandas del crimen obligan a la reflexión.

“Este éxodo causado por la pobreza en Latinoamérica nos invita a un cambio. Es imperativo pensar en aquel que está emigrando, que está caminando y que no sabe si alguien le va a extender la mano amiga, un trozo de pan o un espacio donde descansar”.

“Es muy importante ponerse la mano en el corazón para ayudar a esta gente”.

“Es tiempo de Cuaresma. En lo personal y en el grupo es lo que pensamos. Hay mucho que hacer por el prójimo”.

“Hago un llamado a la comunidad. Si no quieren compartir su tiempo pueden compartir un kilo de frijol, de arroz. Hay muchas necesidades. No tenemos ropa para ellos”.

“Llegaron unos en la mañana, caminando por toda la vía”. Unos siguieron porque querían llegar a Orizaba y otros se quedaron en el albergue La Esperanza a descansar para seguir caminando. Kilómetro tras kilómetro, miles de millas, millones de pasos.

“Le pedimos a la gente que brinde su ayuda. No pensemos en quien nos lo va a pagar. La recompensa siempre llegará de Dios. Llevo 24 años sirviendo al prójimo. Dios es tan bondadoso que si queremos que nos ayude solo tenemos que hacer el bien”.

Manifiesta que el grupo Las Patronas está lanzando una colecta porque es muy necesaria debido a que siguen llegando más centroamericanos.

“Nos pueden ayudar colectándonos pet, rafia, donarnos rollos de hilos, rollos de bolsa para empacar la comida. En estos momentos hay que darles mucha agua. Los calores deshidratan mucho a las personas y debemos darles agua para que puedan seguir caminando hacia su destino”.

Norma Romero exhortó a quien guste a conocer el albergue La Esperanza y conocer la labor que realizan Las Patronas.

“Muchos piensan que es mentira nuestra labor y que no les damos de comer a los migrantes y por eso queremos que vengan a conocer nuestro mundo”.

Cuestionada sobre las personas, empresarios y negocios que les ayudan dijo que en estos momentos se viven situaciones complicadas.

“Maseca está haciendo unos cambios y esta semana nos suspendió la tortilla. Pedimos a Dios que no nos la quiten porque es una ayuda inmensa la que nos da Maseca”.

“Estamos muy necesitadas de la harina. Ayer llegaron unas personas a donar pan. Esperemos que la próxima semana ya tengamos la harina para hacer la tortilla que tanta falta nos hace”.

¿Qué se siente obtener tantos premios y el más reciente otorgado por el Congreso la semana pasada que es el Premio Estatal a la Mujer Veracruzana?

“Para mis los reconocimientos, aparte de dar a conocer nuestra labor es un compromiso más con nuestros hermanos migrantes y con todos los que han confiado en nosotros”.

“Tenemos muchos proyectos como mujeres y que los daremos a conocer a nuestra gente de aquí de La Patrona”.

“Nosotros las mujeres si podemos hacer cambios. No se puede negar la ayuda con el pretexto de decir para qué si nada se compone”.

“Tenemos varios talleres: el día 22 será el taller de zapateado, taller de fotografía que se impartirán aquí en La Patrona en el kiosko”.

Serán varios eventos promovidos por la junta de mejoras conformada por mujeres para las mujeres de La Patrona.

Dato:

Las Patronas han recibido varias postulaciones y distinciones como el Premio Nacional de Derechos Humanos 2013, Premio Nacional de Acción Voluntaria y Solidaria 2013, Premio Nacional de Derechos Humanos “Don Sergio Méndez Arceo” 2013, Presea “Corazón de León” por la Universidad de Guadalajara 2017, Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Aguascalientes 2018 y Segundo Lugar del Premio Princesa de Asturias de la Concordia, España 2015.