Situada en la parte noroeste de Bélgica se encuentra una de las ciudades más bella del país. Conocida como la Venecia belga, Brujas se caracteriza por sus calles adoquinadas y sus canales que desembocan en el mar.



Brujas fue un centro importante del comercio y las finanzas que encontró su apogeo entre el siglo XII y el XV. Actualmente, la ciudad es de gran atractivo turístico por sus edificios medievales muy bien conservados y por la gran variedad de museos con los que cuenta.



Todo el centro histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, y resulta un verdadero placer pasearse por sus calles y probar la enorme variedad de dulces y chocolates que se exhiben en las vitrinas de los comercios.


