El baldón

Carta al presidente electo

Estimado don Andrés:

A sabiendas de que no leerá este mensaje mi psique requiere de la catarsis que sólo se logra escribiendo y diciendo lo que se piensa, así que a pesar de lo fútil del ejercicio me dirijo a usted de la manera más atenta y respetuosa para comentar lo siguiente: (Le ruego notar que me dirijo a usted conforme a las fórmulas y protocolo de 1980)

Habemos dos tipos de personas que votamos por morena, el primer tipo es el seguidor fiel que nada cuestiona y que todo aplaude. Esos que yo denominaría pejefans, y que durante mucho tiempo nos hicieron ver que Morena más que un partido político es una especie de culto, en el cual se puede disentir internamente, pero jamás en contra de los designios del fundador, de ahí el apodo de Mesías para usted.

Yo formo parte del segundo grupo. Voté por Morena porque tuve la oportunidad de platicar con el candidato a diputado federal de mi distrito y me convenció como la mejor opción, lo mismo sucedió cuando tuve la oportunidad de escuchar al candidato a gobernador quien en campaña se mostraba muy razonable y preocupado por el futuro de Veracruz. A usted tuve el gusto de tratarlo personalmente en 2006 y fuera de algunos defectos de carácter que todos tenemos, también me pareció un patriota con un interés legítimo de cambiar el modelo económico y de gobierno para beneficiar primero que nada a los pobres.

Nosotros, los del segundo grupo somos también millones. Millones de votantes que podemos continuar otorgando nuestro voto a Morena o que podemos sentir la necesidad de ofrecerlo a otra oferta política. Eso me preocupa y mucho, porque si Morena no gobierna bien, se corre el riesgo de que en 2024 se entregue el poder a algún ultraderechista como Bolsonaro. En Brasil el partido de Lula sacó de la pobreza a millones, pero no pudo contener la inherente maldición de corrupción que corroe los corazones de millones de latinoamericanos, misma que hoy tiene a Lula en prisión y a Bolsonaro a punto de ser un presidente muy cercano a las dictaduras militares que tanta sangre y dolor costó alejar del poder en el cono sur.

Dejando en claro que los millones de votos que lograron darle la mayoría en la elección no están en su bolsa, pues los que yo llamo pejefans son minoría, podemos pasar a otros temas.

El que más me preocupa es el de la simulación en el próximo gobierno. La posible falta de ética y la contaminación que el pago (y el no pago) de favores electorales puede llevar a su gobierno.

Otro problema muy grave es la falta de conocimiento de quienes van a ejercer el poder. Ya sé que me dirán que muchos de los que nos han gobernado no han estado a la altura, y quien lo afirme tendrá toda la razón, hablando de todos los niveles de gobierno y todos los puestos públicos, de elección o asignados por los ganadores. Sí, así ha sido, pero VOTAMOS POR UN CAMBIO, por que en su gobierno se hagan las cosas diferente, y sin embargo, con pesar notamos caras conocidas, arreglos como siempre con poderes fácticos muy sucios o muy ensangrentados, y sobre todo, personajes que de antemano sabemos no están a la altura de miras, que no son dignos –debido a su historia-, o que simplemente no poseen la capacidad para ocupar los puestos de altísima responsabilidad para la república y los gobiernos.

Se me ha dicho, que hoy los gobiernos serán populares, es decir, emanados del pueblo, y con ello, por el pueblo y para el pueblo. Eso es excelente, siempre que se seleccione a los mejores hombres y mujeres. No me imagino a Juárez emprendiendo sus epopeyas rodeado de ineptos, incompetentes o corruptos. Ud, mejor que nadie, conocedor de la historia, sabe que se rodeó de sus leales (lo que en el México actual se ha denominado ¨el reparto del botín¨.) Sólo que fueron sus leales, y también los hombres más preparados de su época. Los más preparados, quienes pudieron enfrentar las luchas –muy justas- de Reforma, y posteriormente defender en una itinerancia desesperada a la república ante el invasor galo.

Ya pasó la simulación de consulta sobre un tema que estoy cierto no debía de ser consultado. A usted como futuro titular de ejecutivo le va a corresponder tomar la decisión correcta. Seguramente comenzará un estira y afloja con aquéllos que son afectados y con quienes serán beneficiados. Cuando esta columna se publique, seguramente usted ya habrá informado que se cancela la construcción del NAICM. No depende de mí, ni de nadie más que se tome la mejor decisión para México, sin importar lo que piense quien votó para ¨apoyar al señor Obrador¨ con total desconocimiento. Hoy para usted lo más importante debe de ser México, la Patria, por encima de promesas equivocadas de campaña, por encima de intereses particulares, por encima de caprichos en su propio gabinete y en su círculo cercano.

En una ocasión me preguntaron si estaba yo con Morena de manera incondicional. Yo contesté que estaría con quien tome las mejores decisiones para México, llámese como se llame. Quienes no tenemos interés político sino interés por el bien colectivo, nos ubicamos por encima de cualquier partido político. Los partidos son instrumentos para obtener el poder y poder lleva a cabo proyectos de nación. Si no cumplen los desechamos y buscamos otras opciones. Cuando cumplen, se ganan el apoyo una y otra vez. Espero que usted y su gobierno cumplan, a pesar de las nubes negras que hoy observamos en el horizonte. Nubes que implican un cambio de aires, que debe ser para bien, y no de tormenta y desgracia para millones de mexicanos, que hoy todavía conservan la esperanza de un México mejor.

www.josecobian.blogspot.mx elbaldondecobian@gmail.com @jmcmex

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