*Cargamentos para Cuba

*Harvard y “los que roban”
*Delincuencia sin freno

La ciudad de Córdoba en tierras del son y la bamba, dejó de ser desde hace años el centro comercial que le permitía catalogarse como “la fenicia veracruzana”, luego que otras regiones como la zona conurbada Veracruz-Boca del Río-Medellín- Alvarado, lograron superar la actividad comercial cordobesa, e incluso el mismo municipio vecino de Orizaba y sus entornos, generó avances comerciales y empresariales en lo general, que de alguna forma influyeron en el estancamiento cordobés, renglones deficitarios a los que se sumaron la presencia (en los entornos cordobeses) de severos problemas en el ámbito agroindustrial, como es el caso de los ramos azucareros y cafetaleros.

La realidad es que la otrora ciudad empresarial y ejemplo de desarrollo comercial, también se ha venido abajo tanto por la ausencia de creatividad de las autoridades municipales, como el marcado distanciamiento que, después de Gobernadores veracruzanos como Rafael Murillo Vidal y Agustín Acosta Lagunes, poco o nada de interés mostraron por una “Ciudad Señera” en la actividad empresarial, así como centro de actividades agroindustriales regionales de elevado impacto financiero, con productos claves incluso en los marcos de la economía nacional, como la producción y procesamiento de café y caña de azúcar.

Córdoba llegó a referir una actividad hotelera y restaurantera, así como de servicios de primer nivel en centros de distracción juvenil, que por sí solos reflejaban la significativa circulación monetaria que en la región se registraba, referencia clara de un desarrollo creciente, que colocaba al municipio como un ejemplo para tierras veracruzanas en desarrollo y organización, tanto así que al registrarse el espantoso terremoto del 28 de agosto de 1973, el cual dañó terriblemente la región de Orizaba y algo menos la zona cordobesa, horas después, el entonces Presidente Luís Echeverría Álvarez, al sostener la reunión con los ciudadanos cordobeses en el palacio municipal, con la finalidad de auxiliar al municipio ante los daños por el sismo, luego de escuchar lo registrado en daños y las acciones emprendidas ante el desastre, el Presidente refirió: “La verdad, estoy sorprendido de lo que escucho, porque ustedes los cordobeses han respondido excelentemente bien ante la emergencia y, no tengo qué proponer, salvo que me señalen en que los pueda respaldar el Gobierno de la República”… Ello reflejaba, por sí sólo, la capacidad de respuesta que ante contingencias registraban los cordobeses, frente al segundo más peligroso terremoto registrado en la historia moderna de México, lo que se lograba sumando los empeños de las respectivas autoridades municipales y estatales, referencias de la región de hace casi medio siglo…

Señalo los escenarios en cuestión, como antelación a que el próximo 24 de Agosto, ante la  histórica firma de los Tratados de Córdoba, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, acompañado del Gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez, visitarán la ciudad de Córdoba y bien valdría que el sector empresarial cordobés, recobrara su capacidad de organización que refería hace cincuenta años, intentando armar una reunión empresarial con el Presidente de la República y el Gobernador de Veracruz, para exponer la crisis por la que atraviesa la región, así como el interés del sector productivo veracruzano para que se reencuentre el sendero de la productividad.

Porque claro se debe tener que los problemas financieros y obviamente productivos, aparejados a la escasez de fuentes de empleo, no son en la región cordobesa sólo resultados de los efectos colaterales de la pandemia, sino que “la pandemia de improductividad” agobia a la región desde mucho antes que el coronavirus.

Es más, se podría decir que prácticamente en las últimas tres décadas, la zona centro de Veracruz ha sido dañada por el declive productivo… Por lo que sería conveniente y productivo, así como  altamente esperanzadora y factiblemente provechosa, que para la ya próxima visita presidencial y gubernamental a la ciudad cordobesa, tiempo existe de aquí al 24 del presente mes, para actuar unidos en beneficio de la región y realizar propuestas por parte del sector empresarial al Presidente de México y al Gobernador de Veracruz… De lo contrario, se continuará en el limbo del estancamiento y retroceso productivo donde nos encontramos.

Lo que se lee

Comentan en los muelles de los puertos del Golfo de México, que en forma notoriamente frecuente, aproximadamente de cinco a seis cargamentos con alimentos, medicinas, oxígeno y gasolina, de manera cotidiana e incluso ya de forma habitual (todo ello sufragado por el Gobierno transformador mexicano) arriban a puertos mexicanos para ser traslados vía marítima a la República Comunista de Cuba, país donde también ya se convirtió en habitual, el arribo de naves con productos que nuestro país (vía Presidencia de la República) le envía al Gobierno de uno de los países con mayores carencias, incluso en materia de libertad ciudadana, que desde hace décadas (antes y después de la revolución) no ha logrado consolidar apropiados niveles de bienestar para los cubanos, sino por el contrario, Cuba se encuentra en ruinas y paralelamente a ello el pueblo atraviesa con permanente niveles de insatisfacción.

Bueno es que se apoye al pueblo cubano, que registra con tierras veracruzanas una entrañable identidad, pero la interrogante es sí tales productos que por mayoreo se obsequian a los cubanos, en realidad llegan a manos y para  el servicio del pueblo en lo general, y no sea sólo para el beneficio de las élites gubernamentales, tal y como ha sido habitual en países de gobiernos dictatoriales, en los que todo lo reciben con algarabía y repiqueteo de campanas, pero nada o muy poco llega a manos del pueblo, regularmente limitado por administraciones dictatoriales.

Lo que se ve

Qué ofensa tan grave para una de las instituciones de estudios  universitarios de invaluable prestigio, como lo es la Universidad de Harvard, de las más prestigiadas del mundo tanto en el presente, como en los espacios históricos, al referir el Presidente Andrés Manuel López Obrador, que quienes de México van a la tal Universidad “lo que aprenden es a robar, porque a eso van, o ayudar para que  roben otros y ellos reciban migajas del botín”… “Porque en tales marcos existe ésa mentalidad, racista, elitista, clasista y los mexicanos a eso van, para aprender a robar o ayudar a que roben otros y ellos reciban migajas del botín”.

Obviamente las palabras presidenciales registrarán con el paso del tiempo efectos negativos, tanto en ámbitos universitarios estadunidenses, como en los sectores de profesionistas y, obviamente al interior del propio gobierno norteamericano… ¿Pero qué necesidad?

Lo que se oye

Otro significativo referente de la incompetencia gubernamental para brindar seguridad al colectivo social, lo es que prácticas delictivas como la extorción, constituyen actividades que en lugar de registrar un decrecimiento refiere mayor número de impactos, obviamente en contra del colectivos social en lo general, pero sobre todo de quienes forman parte de la actividad comercial, industrial y productiva en lo general, quienes en un ámbito de clara inseguridad, se convierten en víctimas de extorsionadores, sector delictivo que de acuerdo a las evaluaciones al interior colectivo social, constituye uno de los más activos de Norte a Sur de Veracruz, sin que se tenga conocimiento de acciones eficaces para frenar tal actividad delictiva, por parte de las autoridades federales, estatales o municipales.

Así las cosas, en México continuamos en materia de inseguridad registrando discursos cotidianos en el sector oficial, pero nulos resultados en el ámbito de los hechos, indicador de uno de los fracasos más notorios en los marcos protagónicos de la Cuarta Transformación.