*Hay historias que comienzan con sueños. Camelot.
Estimado Gilberto: Desde el lunes quiero comentarte lo que escribiste sobre el Acuario
Motivos de trabajo y salud me demoraron. Tú columna, que siempre leo, aún no contenía el “Decretazo”. Pero pienso que, debido a las circunstancias muy lamentables, hay que contar, los que la vivimos, que fue un privilegio, la historia.
Baltazar no fue invitado cuando ya se había inaugurado.
Iniciamos la película:
I.- Baltazar, hombre de mar, como bien lo apuntas, junto con dos técnicos japoneses, uno de ellos de apellido Kasuga, fueron los que lo idearon.
II.- Lo han de haber “platicado” con Dante, quien simpatizó con la idea y les pidió más información.
III.- Después de los partidos sabatinos de los Tiburones, en ocasiones, en casa de Gerardo Poo, se reunían a comentar el juego, comer unos bocadillos y unas pocas bebidas.
IV.- Yo mero evitaba esto. Quería pasar el fin de semana con mi familia.
V.- Pero un día, no recuerdo la razón, estaba en la amena reunión.
VI.- En eso estábamos, cuando se presentó Baltazar con los 2 japonesitos. Llevaban unas acuarelas que sería el soporte de la presentación.
VII.- Una vez explicado el proyecto, Dante hizo una pregunta clave: “¿En dónde se construiría?”. Baltazar respondió…en el Playón.
VIII.- Dante, como no sabía en dónde era, preguntó: ¿Y eso en dónde queda?” empezaron a tratar de ubicarlo.
IX.- Muy a su estilo, Dante se levantó y dijo: “Párenle, mejor vamos” nos subimos a dos camionetas y fuimos al Playón.
X.- Eran como las 9 de la noche. Estaba desierto. Lo caminamos y Dante dijo: “Adelante”
Yo mero anotaría como artistas principales a Dante, Baltazar y Gerardo, así como a los japonesitos. Uno de ellos enfermó y murió en la Beneficencia. Kasuga sobrevivió.
El Ing. Joaquín López Campuzano (QEPD) fue el jefe de la obra, desde SEFIPLAN se compró todo, ahí Gerardo fue fundamental.
Tuve una pequeña participación en la compra de los acrílicos de las peceras.
Como alcalde-hace 31 años- participamos en la tramitología oficial. No tienes idea de lo inmenso que era. Recuerdo muy bien, que pocos días antes de la inauguración, Dante me comentó que por fin había llegado la última autorización. Si, se saltaron tiempos, pero no hubiera podido ser de otra forma.
En 1992, Gerardo formó un gran equipo para venir a apoyar las tareas. Ing. Rafael Castillo Blanco, clave en terminar la obra. Don Franz Pérez Cazarín (QEPD) para buscar recursos. Lic. José Carlos Berrones Sanfilippo (QEPD) para la comercialización de los locales del centro comercial. Muchos más que ahora se me escapan sus nombres.
Antes de terminar la obra, empezó a trabajar un equipo de abogados para los candados, para evitar locuras, como la que estamos padeciendo. Porfirio Serrano, Francisco Arias, y otros. Se crea el fideicomiso y surge el Patronato, quien quedó en las mejores manos, Baltazar y un grupo de distinguidos veracruzanos.
Justo es que, al hablar del Acuario, no se hable solo de Dante. Gerardo, Baltazar y Kasuga fueron fundamentales. Todo un equipo.
Saludos. Víctor Gardoqui Zurita.
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