El agua que produce en las altas montañas que encabeza el volcán Pico de Orizaba o Citláltepec y la Sierra de Zongolica, registran reducciones significativas derivado de la deforestación de los bosques y por si fuera poco, están comprometidas con el consumo humano, uso agrícola e industrial con cada vez más demanda y menos disponibilidad, tanto en las corrientes superficiales como en las subterráneas.
El organismo regulador del liquido en México, es la Comisión Nacional del Agua que mantiene una veda permanente para los ríos y concesiones para pozos profundos, sin embargo, no es una medida adecuada para detener la reducción de los volúmenes. Se trata de una acción preventiva sí, pero no significa la solución de fondo.
En el 2022, la llegada de la gigante cervecera norteamericana, Constellations Brands a Veracruz tras ser rechazada en Baja California, por el riesgo de dejar si agua a la población en el 2020, ha puesto en alerta a la población, la industria pequeña y mediana y también a los productores que utilizan el agua para el sector primario.
De acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la disponibilidad de agua en México pasará de los 10 mil litros cúbicos por persona al año en 1960 a solo tres mil litros cúbicos por persona al año en el 2030. En diversas partes del estado de Veracruz ya se padecen estas consecuencias del aumento de la población, el deterioro y la sobreexplotación de los recursos hídricos, además de los efectos del cambio climático con el aumento de sequías.
Hasta ahora, las medidas han sido insuficientes de parte de todos. El Gobierno Federal a través de la Secretaría del Medio Ambiente que encabeza María Luisa Albores no ha sido capaz de articular políticas públicas y medidas de gobierno estrictas para frenar por ejemplo, la tala clandestina en las montañas, existe un saqueo indiscriminado de madera que no le preocupa al gobierno en ninguno de sus tres niveles, tampoco a los legisladores locales o federales.
Pareciera que, quienes ocupan los cargos públicos de elección popular o de responsabilidad pública, tienen la consigna de, dejar pasar los compromisos de la Agenda 2030 para que, le explote la bomba en las manos a quienes vienen y estarán en los cargos en el 2030.
Así que la llegada de grandes empresas como la cervecera Costellations Brands que ya construye su planta en la comunidad de Vargas en el municipio de Veracruz con una inversión de más de tres mil millones de dólares que se ampliará a cinco mil millones de dólares, se convierte en un fantasma que acecha los mantos acuíferos de Veracruz, por el consumo de grandes cantidades de agua que requiere, de hecho han comprado ya 17 concesiones.
Constelletions Brands incluye dentro de sus inversiones aportación social y una supuesto plan para mitigar el problema del agua. Pero no es algo nuevo, lo mismo intentó el desaparecido Sistema de Agua y Saneamiento SAS de Veracruz con un cobro adicional a los usuarios para reforestar el Pico de Orizaba y combatir incendios, recursos que nunca se transparentaron. Los nuevos concesionarios del Agua, Grupo MAS y CAB en Veracruz y Boca del Río, no tienen intenciones de ese tipo, por el contrario sus plantas de tratamiento de aguas residuales funcionan a medias y grandes cantidades de agua se vierten crudas al mar.
La crisis del agua, ya llegó para muchos, por el ejemplo, los pozos profundos para el riego ya registran reducción en sus niveles, aun sin que empiece la sequía de este año, los manantiales de agua de donde se provee al consumo humano, también van a la baja.
Qué sigue?… seguramente una deshonrosa y trágica herencia a las nuevas generaciones.