Orizaba, Ver.- La aprobación de reformas laborales sin un conocimiento real de lo que ocurre dentro de los centros de trabajo evidencia la ignorancia con la que muchos diputados legislan, situación que ha generado afectaciones tanto para los trabajadores como para empresas que sí cumplen con la ley, advirtió César Silva Reyes, secretario general de la CROC en la región.
El dirigente sindical señaló que, si bien aún persisten prácticas de explotación laboral que remiten a condiciones propias de los siglos XVIII y XIX, también existe un sector empresarial responsable que concibe a sus trabajadores como el principal activo de sus organizaciones y que, incluso, arriesga su propio capital para ofrecer mejores condiciones laborales. No obstante, dijo, ese esfuerzo se ve obstaculizado por reformas aprobadas sin análisis técnico ni comprensión del impacto real que tienen en la operación cotidiana de las empresas.
Silva Reyes criticó que muchas de las modificaciones legales impulsadas desde el Congreso responden más a instrucciones de partido que a un estudio serio de la realidad laboral, ya que afirmó numerosos legisladores aprueban iniciativas “levantando la mano” sin haber leído ni entendido a fondo las leyes que avalan.
Recordó que en los últimos años se han reformado disposiciones clave como la Ley Federal del Trabajo, la Ley del Infonavit y la Ley del Seguro Social, algunas de las cuales, lejos de beneficiar, terminan perjudicando a los propios trabajadores al no considerar las condiciones operativas y económicas de las empresas.
El líder de la CROC reconoció que no todas las reformas son negativas y citó como ejemplo la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, medida que calificó como un avance significativo al permitir dos días de descanso y propiciar, además, la generación de nuevos empleos para mantener los niveles de productividad.
Sin embargo, advirtió que otras iniciativas, como la denominada “Ley Silla”, presentan serias inconsistencias al no contemplar las particularidades de cada sector productivo. Explicó que existen actividades en las que el uso de sillas resulta inviable por razones de seguridad e higiene, como ocurre en fundidoras u otras industrias de alto riesgo, donde la presencia de obstáculos podría incrementar la probabilidad de accidentes laborales.
Añadió que incluso en áreas administrativas, donde los trabajadores pasan gran parte de la jornada sentados, debe garantizarse el derecho a levantarse, caminar y cambiar de postura, por lo que insistió en que la regulación laboral debe construirse con base en criterios técnicos y realidades operativas, y no a partir de ocurrencias legislativas alejadas del día a día en los centros de trabajo.






















