Los policías municipales de Orizaba, aquellos aguerridos, mal encarados, corpulentos, resultaron ser unos buenos repartidores. Y no precisamente de golpes, manotazos y patadas. De eso se sabe que son especialistas. Me refiero a repartidores de las revistas del informe de labores de Igor Rojí López.
El abuelito del Palacio, José Luis Spíndola Soler ordenó a los ex preventivos que salieran a las calles a entregar ese cuadernillo donde se destacan todas las cosas buenas que hizo Igor Rojí, en este tercer año de su administración.
No sería mala esa acción, pero, ¿en tiempos electorales? No hagas cosas buenas que parezcan malas.
Policía u operador político
Lo que se decía el14 de febrero, un día después de la requisa de la Policía Municipal de Orizaba. Desarmaron a los uniformados porque eran utilizados como operadores políticos para favorecer a Juan Manuel Diez y a Igor Rojí. Decían que no. Ahí están los hechos.
Desde la oficina de la Presidencia Municipal se ordenó a los ex policías a que salieran a repartir ese folleto. Están trabajando psicológicamente a los ciudadanos, para decirles “mire, que bonita se ve la ciudad. Eso es gracias a más de 10 años de gobierno, debe votar por nuestros candidatos, porque si no, van a llegar otros y van volver fea la ciudad. Ellos no saben, son improvisados” y sepa cuanta verborrea les saldrá.
Se sabe que los policías municipales de Orizaba firmaron un contrato para prestar sus servicios en seguridad. ¿Qué tienen que andar repartiendo folletos o libros o cuadernillos o panfletos de Igor Rojí?
Una nueva Dirección Municipal
En respuesta, el abuelito Pepe Luis dijo que es mejor que anden haciendo eso a tenerlos sentados. No, si no son tarugos. El día que desarticularon la Policía Municipal, los hubieran renunciado. Total, la seguridad, mala por cierto, está en manos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y de la Guardia Nacional. Pero ¿por qué no los despidieron? Pues porque esos ex policías y sus familias, serían votos en contra de Juanma e Igor.
Entonces cuando fungía como alcalde, el chaparrito dijo que los mantendría como guardias. Así como a Matute rondando por las calles y vigilando los inmuebles propiedad del Ayuntamiento. Cuidando los botes de basura, rondando por los parques. Solo eso.
Ahora bien, si de 100 policías, la mitad no pasa los exámenes de control y confianza, ¿qué va a pasar con ellos? ¿Van a seguir en la nómina? ¿Usted amigo orizabeño, seguirá pagando con sus impuestos, un salario superior a los 10 mil pesos por no hacer algo que está establecido en su contrato que es brindar seguridad y pagar por andar repartiendo folletos y revistas de lo que hizo Igor en su tercer año de administración? ¿Los contratarán para otra área? Y si crean la Dirección de Mandaderos. Y se quejan de los ninis.
La guerra sucia
El abuelito del Palacio señaló que los ex policías son servidores públicos, que son servidores del Ayuntamiento, que tienen sus actividades, y que además los apoyan para actividades que emanan directamente del Ayuntamiento. Es decir, las órdenes las da él, como alcalde suplente. Entonces si son el brazo ejecutor de la guerra sucia que se viene para las elecciones. La pinta de bardas de la carita sonriente y el slogan de Sonríe, estás en Orizaba. Tenía razón el secretario de Gobierno, Eric Cisneros. Los del Palacio Municipal de Orizaba van a usar a los policías para operar y que se mantenga el cacicazgo del emperador y sus bufones.
El suplente dijo que hay muchos folletos y se justifica que los ex policías salgan a las calles y visiten casa por casa para que entreguen el compendio de todo lo que se hizo en la ciudad, porque debido a la pandemia ya no se otorgaron los ejemplares como año con año se hacía. ¿A poco ya se acabó la pandemia? ¿Les llevan el cuadernillo o el virus? Esos cuadernillos no los entregan a los jóvenes, los dan a las personas adultas.
Policía bicéfala
Desde este 19 de marzo, la Policía en Orizaba tiene dos cabezas. Por un lado, un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública que le rinde cuentas al titular, Hugo Gutiérrez, al secretario de Gobierno y al mismísimo gobernador.
Por otro lado, el recién designado, comandante de la Policía Municipal, teniente de navío de Infantería de Marina, Plácido Andrés Rodríguez Domínguez. Mientras no haya policías municipales, el Marino andará rondando en su patrulla con sus dos escoltas. Cuáles serán las funciones del nuevo jefe policiaco. ¿Se subordinará a un civil uniformado dependiente de la SSP? ¿El estatal le reportará al Marino o a su jefe? ¿Se pondrán de acuerdo para trabajar?