Tras el segundo debate y el calendario que colocan la elección a sólo 20 días, las posiciones de los candidatos punteros por el Gobierno de Veracruz, se polarizan y se enfrentan a una constante cada vez más palpable del electorado, que es el voto cruzado.
El ejercicio del segundo debate, fue de desinterés para los veracruzanos, de los más de seis millones de posibles electores, sólo unos cuatro mil se conectaron a la plataforma del OPLE para conocer las propuestas, en realidad se trató de cuatro mil seguidores de la y los candidatos. Es decir, no hay un interés por conocer la confrontación y propuestas de quienes aspiran a gobernar Veracruz.
El debate dejó en claro la calidad humana de los tres personajes que demostraron su educación y formación política en el encuentro. Los varones criticaron fuerte, pero se mostraron como caballeros y mantuvieron ceñida su narrativa al ejercicio público y la vida pública- política de los demás, La señora cruzó la línea la vida personal de uno de los candidatos, la vida privada no formaba parte de la agenda del debate.
Pepe Yunes e Hipólito Deschamps, mostraron un modo diferente de hacer política a diferencia de Rocío Nahle que asumió la prédica de que en la guerra y en las elecciones todo se vale.
El desarrollo del debate con los temas de educación, cultura, derechos humanos y equidad de género, mostró también el perfil de quién conoce Veracruz y sus problemas, y de quiénes no lo conocen.
En la condición humana de las emociones, de la señora y los señores candidatos, los tres se proclamaron ganadores, sabiendas del reducido número de espectadores y de que los debates no son sinónimo de un triunfo electoral.
Y es que en la últimas semanas, hay un fantasma que ocupa y preocupa a los dos aspirantes punteros, que es el voto cruzado.
Un voto cruzado significa riesgo para todos. MORENA no tendrá un voto generalizado de cinco de cinco como quisieran sus candidatos, está elección es para Morena muy distinta a la del 2018, no hay condiciones para un tsunami, los ciudadanos analizan los perfiles de las y los candidatos y no darán un voto parejo para un solo partido, tampoco lo harán por el bloque opositor.
Así que el voto cruzado, el voto analizado y razonado de los veracruzanos mantiene en jaque, principalmente a las y los candidatos a diputados locales y federales, tal es el caso de Margarita Corro Mendoza de MORENA, en el Distrito de Cosamalaopan, quien es rechazada por las bases de ese partido y que además podría arrastrar a los demás candidatos a una derrota en esa demarcación.
El voto cruzado, es el conciencia de los ciudadanos para definir su voto de acuerdo a la realidad y a los candidatos. Esta vez, conocen bien a los aspirantes y a los partidos políticos y no votarán por candidatos chapulines, traidores de la comunidad o por instrucciones de los dirigentes y mucho menos en contra de su voluntad.