A los mexicanos nos engañan con un caramelo. Somos un pueblo crédulo; tanto que nuestra virgen católica es morena. Somos la raza de bronce que resiste hasta la extinción, de pie.
Politólogos, futurólogos, opinólogos, todólogos, trazamos estrategias ganadoras para las tareas de la vida cotidiana, armamos tinglados que una y otra vez son echados a tierra por la realidad.
La imagen del mexicano tapado con rebozo y sombrero que oculta la desilusión que decanta en echarse un ‘coyote’, ‘una pestaña’, ‘una jetita’, una siesta pasajera para retomar fuerzas en una ladera empinada llamada realidad, cual Sísifo nopalero; es nuestra identificación, nuestro ícono sintetizador.
El mexicano sufre los embates de la realidad mientras pinta un paraíso alcanzable: pegarle al Melate, sacarse un cachito ganador, que el jefe lo ascienda, que la tiendita arrase al Oxxo en las ventas, que su equipo gane una final, que la selección mexicana de futbol trascienda la barrera del quinto partido. Un ilusionista en bancarrota permanente. Mientras viaja de casa a su trabajo, autoempleo, al taller, parcela, volante o aventura por la vida, el arte de juntar el hambre con las ganas de comer es ejercicio casi religioso, practicado como mantra cada mañana.
Se embarca en aventuras políticas con el único afán de cambiar su propia vida, como si el partido, coalición, candidato o candidata que decide apoyar le fuese a resolver la vida de una vez y para siempre.
Rarezas del mexicano.
Y en esta opinocracia que se ha tornado en deporte nacional gracias a La Mañanera, se enreda el mexicano que acalorados debates en pro o en contra de una cuarta transformación machacada todos los días desde el púlpito de un solo hombre.
En la democracia a la mexicana, diseñada por el macucón de Palacio Nacional, habrase visto, los potenciales electores del 2024, las tribus borreguiles del Movimiento de Regeneración Nacional no tendrán de ser testigos de uno de los elementos esenciales de la democracia: la libertad para confrontar ideas, discurso y plataformas que ofertan las llamadas corcholatas en pos de la candidatura presidencial.
Que tristeza. Una democracia a modo donde no presenciaremos un solo debate en 70 días restantes hasta que salga humo blanco de Palacio Nacional con el ritual final del ungimiento: habemus candidato (a).
El ícono del mexicano agachado, ensarapado, debajo de un nopal, se repite nuevamente.
Las reglas de selección en Morena son risibles, ridículas.
Llama el partido magenta a gobernadores, funcionarios, alcaldes y demás entramado burocrático en los 23 estados gobernados por Morena a la abstención de campañas a favor de los contendientes.
#EsClaudia se pitorrea de la disposición tardía, obsoleta y estúpida. Toda la parcela de Morena en los estados del país es territorio de Claudia.
El piso parejo no existe-
La impronta, metida con calzador a favor de Claudia Sheinbaum, ha tatuado en el colectivo una imagen de puntera, preferida del presidente AMLO, arquetipo de la continuación sexenal de la cuatrote, heredera universal del Maximato del machuchón.
Marcelo Ebrard Casaubón intenta vender una imagen de rebeldía. Incluye en su oferta política a la clase media, vilipendiada, etiquetada, defenestrada por AMLO como una subespecie aspiracionista.
Acepta el ex canciller las invitaciones a estudios radiofónicos y televisivos etiquetados como enemigos del movimiento transformador. No rehúye preguntas, exhibe en medios las tablas de la experiencia política porque no puede hacerlo en un debate con sus adversarios internos porque se rompería la unidad, concepto dorado en Palacio Nacional.
Y mientras la divisa de la unidad se usa para el comercio exterior en la rebatinga por el nombramiento ganador en las encuestas, la guerra se desata en los cuarteles generales.
Que sí la aún jefa de gobierno de la CDMX ha contratado a Neurona Consulting, la empresa que construyó las imágenes de Gustavo Petro en Colombia, Rafael Correa en Ecuador y de Evo Morales en Bolivia, como una advertencia de la llegada del comunismo trasnochado o el peligro de la siembra de dictadorzuelos castro-chavistas en nuestro país donde los médicos cubanos son dobles agentes tipo La Red Avispa similar a un grupo de espías cubanos que se infiltraron en territorio estadounidense durante la década de los 90.
Que sí Claudia Sheinbaum es sólo una ‘Juanita’ de Andrés Manuel López Obrador, quien seguirá moviendo los hilos del país desde La Chingada, en una versión mexicanizada de La fiesta del Chivo donde el asesino Rafael Leónidas Trujillo desbarataba a la República Dominicana en ejercicio de un poder criminal o detrás de algún pariente suyo.
A saber, diría un tío chiapaneco cuando recurría a la filosofía rural cuando no podía dar respuesta lógica a una interrogante.
Mientras la cortina de humo de los presidenciables de Morena se despliega por 72 días, en este país nuestro de cada día, 83 mexicanos son asesinados cada 24 horas, según cifras oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Hasta el sábado 10 de junio, la cifra acumulada de muertos en condiciones de violencia alcanzó las 156 mil 898 víctimas fatales, el sexenio más cruento desde el salinato. Ni Felipe Calderón acumuló esta estadística en el baño de sangre que fue su sexenio.
Y en la retórica evangélica de la prevalencia de los abrazos por encima de los balazos, la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero Ramírez, anunció que se irá a vivir al cuartel militar del 28 Batallón de Infantería, ubicado al suroeste de la ciudad fronteriza, para resguardar su seguridad.
Es la cara oculta de la democracia mexicana donde a golpe de palabra, se oculta una realidad asfixiante: la violencia no cesa, los cárteles avanzan tomando el control de vastas regiones del país.
Esa realidad no está escrita en los discursos propagandísticos de las corcholatas.
… de otro costal.
El alcalde de Boca del Río, Juan Manuel de Unanue Abascal trabaja día a día en su municipio, sin alzar la mano ni levantar la voz en su partido, el PAN, con miras a ser tomado en cuenta hacia el 2024.
El joven alcalde dice que terminará su cuatrienio.
Las circunstancias políticas lo pueden trepar a encabezar la formula de la alianza hacia el Senado de la República, dicen algunas voces en esta ciudad pujante que hace 38 años era un pueblo de pescadores.
Los boqueños están contentos con su desempeño. Es un alcalde diplomático, educado, abierto, conciliador y cercano a la gente.
La política es circunstancia. La proyección es que después de Unanue, cualquiera que lance el PAN será alcalde o alcaldesa, gracias a la cimentación del último reducto azul en la rivera del Jamapa.