Fotografía/Rodrigo Carmona Cuadra

Córdoba, Ver- Su vocación por servir y apoyar a los demás llevo a Adriana Preciado Prado a incorporarse a los 17 años al H.Cuerpo de Bomberos de esta ciudad, convirtiéndose así en la primer mujer tragahumo y cuatro años más tarde ingresó a la delegación de Cruz Roja, corporaciones de asistencia social que se convirtieron en parte fundamental de su vida.

Hoy, la sirena de palacio sonó cuatro veces en honor a la ceremonia fúnebre de cuerpo presente de Adriana, que se realizaba en la Catedral de la Inmaculada Concepción.

Eleazar Limón Hernández coordinador de comunicación e imagen de Cruz Roja recordó que fue en 2012 cuando Adriana ingresó a la benemérita Institución, hizo su curso y en 2013 se certificó como paramédico, “estuvo 11 años con nosotros en servicio compaginándolo con Bomberos”.

Afirmó, que el fallecimiento es una pérdida lamentable, triste y que le pega a la corporación por ser mujer y fallecer a los 36 años.

La Catedral lució abarrotada, quienes fueron compañeros de Adriana fueron a darle el último adiós, ciudadanos y amigos que la conocieron la recuerdan como una gran mujer que nunca dudó en exponer su vida por salvar la de otras.

Su féretro, arribó a la Catedral de la Inmaculada Concepción, arriba del carro bomba flanqueado por elementos del H. Cuerpo de Bomberos y así partió hacia el camposanto, su última morada.
Limón Hernández, afirma que la vida de Adriana fue muy trágica y algo dura, ella nos contaba -recordó- que ingresó a Cruz Roja para cuidar a su hija que estaba enferma, pequeña que falleció a los tres años de haber ingresado a la Institución.

Asimismo, señaló que formó parte de paramédico de CAPUFE “su vida era comprometida con lo que es el servicio a la comunidad”.

Lamentablemente, su deceso fue el domingo, ella había estado luchando contra el cáncer, “ella fue dada de alta el mismo domingo al ya no soportar la operación”.

Culminada la ceremonia religiosa, el cortejo partió hacia la central de Bomberos, donde se realizó el pase de lista, correspondido al presidente de Cruz Roja colocar la bandera de la Benemérita Institución en el féretro, finalmente con el ulular de sirenas de los carros de bomberos y Cruz Roja partieron hacia el camposanto, donde descansan los restos de Adriana Preciado la Bombero y paramédico que dio todo por salvar a los demás.