Viajar primero te deja sin palabras y luego te convierte en un narrador. Camelot
Suelo caminar parte del céntrico Madrid y en la calle Montera, que antiguamente era de las chicas del talón, ahora se ha convertido en una calle con restaurantes de tapas a la calle y sus mesas muy parisinas y comercios extraordinarios, como uno Lefties que tenemos en Veracruz en Plaza Américas, frente al café de don Justo donde solemos los cuatro cuenqueños tomar café cada 15 días. Aquí hicieron una tienda de casi una manzana, gigante y con precios extraordinarios, al igual que Zara, la tienda de Amancio Ortega, el más millonario de España que ya superó a Carlos Slim y este sin negocios con el gobierno, solo con puros trapos, fortuna multimillonaria que nació un día que un tío lo puso de vendedor de mostrador a vender trapos y terminó siendo el hombre más rico de España, y aún lo es. Famoso porque con sus cuates tomaba café en el pueblo donde lo vio nacer, como cualquier hijo de vecino, con una cadena impresionante de tiendas hasta en Moscú, y las de la Quinta Avenida neoyorkina son de campeonato. Zara tiene aquí precios extraordinarios, o ahora andan en oferta o están baratísimos, porque compre una chamarrita baratísima. En la calle Montera hay tres negocios que, como en Suiza y Holanda, venden mota, mariguana, pues. Legalizada toda, Cannabis, se llama, y tiene la flor de la mariguana. Entré y le hice una consulta Mitofsky al empleado, alguna vez alguien en Orizaba me regaló una botella con alcohol y mariguana, que dicen es buenísima para las reumas, cada que me dolía una rodilla me untaba algo, pero creo que es mejor el Vick Vaporub. Otra vez mi jardinero de la Perla, el buen Joel le encargué una planta de mariguana, la sembré, la cuidé como mis propios ojos y se secó la muy ingrata, tenía muerto el corazón, como aquella flor que no retoña, tiene muerto el corazón, decía Pedro Infante. Debo decir, a fuerza de decir verdad, que no la he fumado en mi vida, pero gente que ha tenido dolores de cáncer me dicen que la han fumado y les ayuda. Aquí entré y compré unas galletas que dicen relajan, venden también unos cigarritos me llevo dos, pero otro de ellos mismos me dijo que no vaya a tener problema en la aduana, para Ripley, imagínense en problemas de mota cuando vengo del país que la siembra y la exporta al mundo y te la deben vender en cualquier esquina. Le pedí unas gotas para un amigo que tiene migraña tan fuerte que, llega el momento que no soporta la luz. Esas son unas gotas. Tienen clientes y llama la atención porque por eso Vicente Fox quería ser motero y tener su tienda, que se venga a Madrid acá lo dejan montar tienda, y el candidato de MC, el sonrisas dientón, Máynez decía que si llegaba a la presidencia sacaría a todos los presos por fumar la mariguana. La mota no hace daño, me dijo un día un experto, si no la mezclas con alcohol o droga. Bueno, ya entré a esa tienda.
EL CUMPLE DE RAFAEL FUSTER
Rafa Fuster es un veracruzano, conocido por toda la flota del puerto y sus alrededores, vive desde hace algunos años aquí en Madrid, chulona mía, y lo hace con una buena calidad de vida y me ha platicado que aquí la medicina social si es como Dinamarca. Pues sucede que ahora con mi llegada coincidió con su cumple. Amigo de mi hermano Enrique, lo contacté por teléfono y echaron su buena platicada. Un día me dijo: ‘te voy a sacar de tu entorno donde giras, para que conozcas otro Madrid’, y así fue, con unos amigos y parte de mi familia nos fuimos adonde Madrid tiene unas torres gigantescas que yo mero le llamo la neoyorkina Castellana, porque está en esa calle. Torres inmensas, unas cinco o siete y a los lados varios restaurantes de primera categoría, de todo: españoles, italianos, japoneses. Hoy lo hicimos en uno llamado Ornela Caleido, que es de pastas, y la pasamos muy bien. Felicidades Rafa. Viejo conocido de muchos veracruzanos donde aún tiene muchos amigos y familia, pero no cambia Madrid por nada, dice.