Dos ciudades cercanas a París se encuentran reestructurando un eje vial común. Se trata de la intersección entre los municipios de Bagneux y Montrouge.



Los trabajos de construcción y reorganización interrumpen la calma cotidiana del sector, pero se trata de una pequeña molestia en comparación con los beneficios que esto traerá para la circulación.




Resulta sorprendente constatar que, a sólo unos metros de dicho eje vial, la serenidad reina en los sectores residenciales.