Orizaba, Ver.– Con motivo de la conmemoración de los fieles difuntos, la Iglesia Católica dedica este domingo a recordar a quienes han partido y a renovar la esperanza en la vida después de la muerte, por ello el vocero de la Diócesis de Orizaba, padre Helkyn Enríquez Báez, destacó que esta fecha representa un momento de profunda reflexión y oración para la comunidad creyente.

El presbítero explicó que esta jornada complementa la celebración de Todos los Santos, que se realiza el 1 de noviembre, cuando la Iglesia honra a las personas que alcanzaron la santidad a través de su testimonio de fe, en cambio, el 2 de noviembre, el propósito se centra en elevar plegarias por todas las almas que aguardan la misericordia de Dios.

“Es una oportunidad para pedir por quienes ya no están entre nosotros, para que puedan alcanzar el descanso eterno y contemplar la presencia divina”, expresó Enríquez Báez.

El vocero diocesano resaltó que la conmemoración no solo busca recordar a los fallecidos, sino también fortalecer la esperanza cristiana en la resurrección y en la promesa de la vida eterna. “El mensaje que deja esta fecha es claro: la muerte no tiene la última palabra, sino que abre el camino hacia la plenitud junto a Dios”, enfatizó.

Finalmente, llamó a los fieles a vivir este día con serenidad, fe y gratitud, manteniendo la confianza en que el amor de Dios trasciende incluso la muerte.