*El recuerdo es el único paraíso del cual no podemos ser expulsados. Camelot.
Lo aprendimos en la escuela primaria. El día 2 de abril hubo una batalla llamada así, donde en Puebla, el general Porfirio Díaz se cubrió de gloria al derrotar a los franceses. Ahí venia don Porfis a convertirse en presidente y dictador, hasta que un día se fue en el Ypiranga, para nunca más volver. Yo recuerdo que en mi pueblo nativo, Tierra Blanca, hay un callejón llamado 2 de abril, un callejón endemoniado donde sopla poco el viento y la calor, como dice Minga, una gente de mi pueblo, la calor llega a veces a los 46 grados, y creo que una vez llegó a los 50, si pones un huevo sobre el toldo de un auto al mediodía, se hace estrellado y te ahorras el aceite Patrona, tiene sus ríos, me acuerdo del Arroyo Hondo, donde aprendimos a nadar como renacuajos en una poza de tres metros y aprendimos por la necesidad, porque alguien te empujaba y salías más rápido que el Tibio Muñoz en las olimpíadas, so pena de que te ahogaras, ese rio Pemex lo contaminó y se secó o lleva poca agua, me dice Fernando Pavón, veterinario e historiador del pueblo, había otros, el rio Julieta, ese tenía un árbol donde los que sabían nadar bien se tiraban clavados como Trazan en la selva, solo les faltaba Chita y Jane, otro era El Amate, al pie de la carretera de la YCA al pueblo, y el Azufre, rio que apestaba a huevo podrido, pero decían que sus aguas eran curativas y medicinales, hasta los viejitos iban porque, aseguraban, que revivían sexualmente, eran afrodisiacas sus aguas, todos esos ríos los conocimos, en ellos nadamos, en esa tierra que no tiene mar allí nacieron cuenqueños ilustres que luego anduvieron en la política, uno de ellos lo fue el médico Manuel Lila de Arce, que secretario de Salud fue en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, también allí nació Paco Portilla Bonilla, que procurador fue y diputado y alcalde de Córdoba, a quien señalaban como el orgullo del barrio 2 de abril de Tierra Blanca, y de cuates: Beto Ávila, mi compañero en la defensa en la selección de futbol de Tierra Blanca, y Arturo Morales. Juan Lavalle fue otro allí nacido, excelso bailarín del butaquito con Amalia Hernández del ballet de Bellas Artes, Juan llevó el baile de los sones jarochos a Rusia y a muchos países, otro que bailaba huapangos era Macario Torres; el maestro Toño Guzmán, gran maestro de Matemáticas, a ese maestro lo veíamos como maestro de Harvard, por su gran conocimiento de las matemáticas, allí vivió en el 2 de abril; su hermano, Nacho Guzmán, fue extraordinario y titular músico de la Sinfónica de Xalapa, eso solo por presumir a los cuenqueños de las artes. Hubo un arpista, Carlos Barradas, fallecido muy joven, el mejor arpista de México, tocó también en Bellas Artes, su hijo es un arpista reconocido. Hubo otro mucho tiempo antes, el famoso Pirulí, el primer músico del pueblo que grabó un disco para la RCA Víctor, y los Hermanos Vázquez, todos ellos músicos, con Rubén y sus hermanos que viven en Córdoba y allí andan, entre Xalapa y Córdoba derrochando el talento musical. Pocos arpistas como los de Tierra Blanca, y buenos jaraneros y decimeros ni se diga, entre ellos una leyenda, Constantino Blanco (Tío Costilla) nacido en Mata Gallina, municipio de Tierra Blanca y Mariano Martínez, campeones de la décima y la versada sotaventina, unos grandes, todo ese talento se los echamos a los rusos de Putin, con todo y su ballet Bolshoi y sus bombas que tira a mansalva el muy desgraciado. Enorgullecían al pueblo con su música y su talento y sus versos.
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