Cuando la desgracia toca a una estrella. Camelot

Las redes sociales comenzaron a contaminarse con la noticia de la detención del hijo de una leyenda, Julio César Chávez, que ha seguido los pasos de su padre y aunque no ha sido tan exitoso en el boxeo, cargar con ese apellido es algo que debe honrar. La detención ocurrió como la estilan los gringos, a la vista de todos y atemorizando, esposándote para imponer la ley porque allá, solo su palabra es la ley. Aseguraron de inmediato que estaba detenido por asuntos de migración, es decir, indocumentado no es porque carga Visa, lo que ocurre es que hay un cierto límite de tiempo (6 meses) para estar en Estados Unidos y de allí tienes que ir a renovar permiso sino ya apareces como indocumentado. Y te esposan y te aplican la de no-te-entumas y vas deportado, más en esta época. Dicen los conocedores de deportes que Julio ya traía orden de aprehensión de México de la Fiscalía desde hace tiempo, pero que Biden no se metía con ellos para deportarlos. Asegura el ICE (migra), que alguna vez lo detuvieron por los papeles en 2024, pero lo dejaron pasar. Lo que no se sabía es que en México lo buscaran por posesión de armas y delincuencia organizada, situación que hasta la presidenta Sheinbaum confirmó en una mañanera.

Julio César Chávez es una leyenda del boxeo, ha pasado sus desventuras y ha lidiado con problemas de drogadicción, pero ha salido adelante, ahora se mantiene como cronista deportivo, pero quiere y cuida a sus hijos como cualquier padre lo haría, y en un comunicado familiar anunció que estaría al lado del junior.

De todos es sabido que durante la gloria de los deportistas, los narcos siempre han querido ser sus amigos, cuando las famosas peleas en Las Vegas, ellos ocupaban los asientos principales y todos ellos alguna vez se retrataron con una figura del deporte o los invitaron a sus fiestas privadas. Eso no quiere decir que necesitaran de ese dinero. El junior ganó en su última pelea contra Jack Paul, 1.5 millones de dólares. O sea, se sospecha que no necesitan de dinero mal habido.

Los abogados y jueces dirán qué hacer, ojalá y salga avante por el bien del deporte y de la familia y de ese apellido y nombre inmortal llamado Julio César Chávez.

Cierta vez también acusaron al gran Rafa Márquez, y al tiempo resultó inocente.