Nicolás Maquiavelo lo decretó para la posteridad en su libro “El Príncipe”: Los hombres hacen daño, o por miedo, o por odio, pero yo incluso agregaría que también lo hacen por la ambición del poder por el poder.
Este fin de semana causó mucha polémica en todo el estado la revelación que hace la alcaldesa del municipio de Ixhuatlán del Café, Viridiana Bretón Feito, quien asegura estar amenazada de muerte por el síndico Amador Altamirano Gallardo, quien es señalado por los propios habitantes como “misógino y machista”.
Quienes lo conocen, nos dicen que no asiste a trabajar, además es un bravucón en las cantinas donde despacha, humilla a las damicelas con las que está acostumbrado a tratar, mismas a las que presuntamente les paga sus servicios con dinero del erario. Pero esa es otra historia que ya les platicaré.
Altamirano Gallardo resultó ser un cobarde, de esos que tiran la piedra y esconden la mano; está denunciado en la Fiscalía Regional por los delitos de amenazas y extorsión dentro de la Carpeta de Investigación UIPJ/DXIV/F10/543/2020, pero ahora jura y perjura: “en ningún momento he tratado de pedirle, extorsionarla ni amenazarla” y para asumir el papel de mártir entonces optó también por una denuncia contra su jefa la alcaldesa a la cual le exige que demuestre y presente evidencias de sus acusaciones. Es tal su cinismo que se dice víctima de “daño moral”. Por Dios, ni los puercos son tan trompudos.
¿Cuál es el origen de todo esto? Bueno, sucede que hace unas semanas, cuatro para ser exactos, falleció la señora Segunda Narciso Macizo, alcaldesa suplente y entonces al “borrachín” del síndico, como lo llaman los habitantes, se le habría metido –no, no, el demonio no–, sólo la enferma idea de buscar la revocación de mandato de Viridiana Bretón y de no lograrlo, eliminarla para (conforme a la ley) asumir la presidencia municipal y entonces manejar los recursos a su entero antojo, además de despacharse con los contratos de obra.
Es decir, el síndico ya tiene un objetivo trazado y para él lo que importaría es alcanzarlo y al parecer no repara en cómo lo logre: mintiendo, engañando o tal vez lastimando. Pero le fallaron los cáculos, no midió el efecto de sus amanezas, que se volvieron en su contra como un boomerang y ahora tiene sobre su persona los ojos de todo el pueblo y yo diría que de todo el estado, puesto que nadie quiere otro crimen como el de Maricela Vallejo, la ex alcaldesa de Mixtla de Altamirano, emboscada, tiroteada y asesinada, junto con su esposo y su chofer.
En ese caso, seguramente usted recuerda que ya se habían denunciado amenazas de muerte en su contra y por cierto, el presunto autor intellectual del crimen resultó ser el síndico municipal quien fue apresado, mientras que el presunto autor material se suicidó justo cuando lo fueron a detener.
El horno no está para bollos en Veracruz y si los jerarcas del gobierno del estado quieren evitarse fuertes dolores de cabeza, están obligados a brindarle toda la seguridad posible a la edil, Viridiana Bretón Feito y a su familia; en tanto la Fiscalía General del estado debe atraer el caso, citar al canalla, perdón, quise decir al insigne y honorable señor síndico, Amador Landolfo Altamirano Gallardo para que declare, le realicen un perfil psicológico y si ha lugar, se le castigue, pues es una realidad que en las fiscalías las denuncias de mujeres las reciben con maltrato y burlas, no se investiga y mucho menos se castiga y eso no lo digo yo, sino los colectivos pro mujeres que hay en Veracruz. ¡Ya basta! de tanta impunidad y de tolerar que cualquier sujeto ruin, malvado y despreciable, se llame como se llame y sea quien sea, amenace con matar a una mujer o lastimar a su familia, tan solo porque le estorba para alcanzar un objetivo. Información, comentarios y sugerencias a:rvalerdeg@gmail.com