Causas y efectos

*EL MENSAJE OBISPAL EN CÓRDOBA

Columna Causas y Efectos de Alfredo Rios

*POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÁS
*DELINCUENCIA Y TEMA DEL FISCAL
*UN MEJOR SALARIO PARA POLICÍAS

Los sacerdotes al igual que los ministros de todas las creencias, siempre coinciden en sus opiniones externadas en sus mensajes ante sus respectivas feligresías, con los puntos de vista de sus respectivos jerarcas religiosos…

Los altares son espacios venerados por los creyentes y lo que en esos solemnes ámbitos se pronuncia, constituyen mensajes que, con recurrencia, marcan rutas en torno a las posturas y conductas asumidas por los feligreses sobre un tema determinado.

Es incuestionable que los guías espirituales de cada religión, son voces de significativo impacto, así como de peso claro y específico ante la sociedad y, por ello, en ese contexto toma relevancia lo externado por el señor obispo de Córdoba, monseñor Eduardo Patiño Leal, quien en la ceremonia religiosa en torno al inicio del nuevo año externó: “”Entre más y mejores oportunidades de trabajo existan, así como de estudios, menor será el nivel de inseguridad en el país, pues se debe combatir la delincuencia con trabajo y preparación”…

En el mismo contexto, el elevado prelado refirió que no se podía aún calificar con certeza al nuevo Presidente de México y de igual forma al nuevo Gobernador de Veracruz, porque apenas inician sus respectivas administraciones, agregando sobre el tema una expresión evangélica: “Por sus frutos los conoceremos”.

En ese sacro contexto en el cual se celebraba la primer misa del año, monseñor Eduardo Patiño Leal, habló de “la esperanza” que el pueblo tiene para que en la nueva administración federal (llamémosle si usted prefiere “La Cuarta Transformación”) así como en la estatal, el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como el gobernador veracruzano Cuitláhuac García, representan la esperanza del pueblo para que se hagan bien las cosas, sermón en el cual refirió las vinculaciones entre los rangos de inseguridad y la escasez en fuentes de trabajo…

Mesurado, cuidadoso y con singular tacto se advierte el sermón en el templo, ante un panorama sumamente complicado y de incertidumbre que mantiene en expectativas a los mexicanos, porque ciertamente, la falta de oportunidades tanto económicas como educativas, que impacta a los núcleos de población más desprotegidos, constituyen en cierta forma y medida, una de las causas primordiales que dan origen primero, a la pobreza y la angustia, que constituyen a la vez un campo fértil para el cultivo delincuencial.

Incuestionablemente se debe acreditar validez a las voces que destacan como origen de muchos males sociales, incluyendo al delincuencial, los efectos negativos que generan en la sociedad amplios sectores de la población sin oportunidades laborales apropiadas y, negativo binomio, sin niveles educativos a su alcance, escenarios que nos conducen hacia las negruras delincuenciales y el terror de la violencia.

La realidad es escalofriante, pero hoy, ante el anuncio de nuevos rumbos en la administración federal y estatal, ya veremos cuál habrá de ser la nueva ruta ante la llamada “cuarta transformación”.

TERROR POR TIEMPOS

DELINCUENCIALES

Y las referencias sobre delincuencia con el eco de la colectividad que refleja miedo, indignación y protesta, origina en la cúpula del poder veracruzano un hecho sin antecedente en la historia de una entidad que fuera próspera en el pasado…

Y es que ante el apunte en tono de alerta o protesta por vía de los medios de comunicación, en referencia al registro de “cien asesinatos” en lo que va de los primeros 30 días del nuevo gobierno federal y estatal, el gobernador Cuitláhuac García, sugirió que, en gran medida, tanto crimen, tanto derramamiento de sangre, se registran en cierta forma como resultado de una fiscalía estatal, que no opera con la eficacia requerida y, en ese contexto, los homicidas no son detenidos “en lo inmediato”.

Y mientras eso sucede en los escenarios de los poderes estatales, los empresarios integrantes de la Cámara Nacional de Comercio, denuncian que Minatitlán, Coatzacoalcos, Orizaba y Córdoba, se han convertido en “focos rojos” ante inconcebibles niveles de violencia, incluyendo de manera ininterrumpida una cauda de asesinatos, que no tiene parangón en todo la historia veracruzana, o sea, que los asaltos, extorciones, secuestros y asesinatos, impactan dramáticamente zonas urbanas que en el pasado fueron prósperas y nunca ejemplo de violencia e inseguridad, sino por el contrario, escenarios de un crecimiento y desarrollo sostenido, regiones ahora también estancadas por haberse transformado en tierras ensangrentadas.

Ya nadie sabe qué hacer ante tanta violencia, muchas son las empresas que han cerrado sus puertas, muchos profesionistas como médicos mantienen sus consultorios cerrados ante los frecuentes asaltos, muchos empresarios ya viven fuera de tierras veracruzanas, muchos otros mandan a sus hijos a lugares distantes, incluso fuera del país, todo por causas y efectos de los altos índices de inseguridad… No hay paz en Veracruz.

Ciertamente las actuales autoridades estatales o federales no pueden ser señaladas de culpables por la cadena delictiva que experimentamos desde años atrás, pero tanto las municipales, como los gobiernos de la entidades al igual que el Gobierno de la Republica, si tienen la responsabilidad de operar con eficacia para corregir el rumbo, para limpiar la casa, para evitar que sigamos transitando en ámbitos ensangrentados.

Ahora bien, para mayores males entre los veracruzanos, las confrontaciones que se han convertido en públicas entre los responsables de procurar justicia y quienes llevan las riendas del gobierno, constituyen un escenario que, por el momento, en nada beneficia a los veracruzanos y al contrario, coloca a la sociedad en un torbellino que debilita las fuerza de las instituciones y, paralelamente ha ello, nos coloca más distantes de la solución a nuestras deficiencias y problemas… Así están las cosas.

LO QUE SE LEE

Que el Gobierno del Estado de Veracruz por conducto de la Secretaría de Seguridad, está convocando a jóvenes de toda la Entidad, para que se inscriban en la Academia de Policía de El Lencero y cumplan con los periodos de capacitación y adiestramiento, los cuales les permitan formar parte del cuerpo de seguridad estatal al servicio de los veracruzanos.

LO QUE SE VE

Que sí se pronostica una gran afluencia de jóvenes veracruzanos interesados en la capacitación y el nombramiento como parte de los cuerpos de seguridad de la administración estatal, sobre todo porque ya se habla de mejoría en prestaciones para beneficio de los elementos integrantes del área de Seguridad Pública.

LO QUE SE OYE

Que resulta indudable y fuera de toda duda, que mientras exista mayor capacitación así como mejores ingresos y prestaciones para los policías veracruzanos, crecerá la posibilidad de que Veracruz disponga de elementos policiacos con mayor responsabilidad, entrega y capacidad para erradicar los elevados niveles delincuenciales y, paralelamente a ello, dotar a las tierras veracruzanas de los ámbitos requeridos que permitan reactivar inversiones, dando curso ha mejores niveles de desarrollo integral.

Atiendo sus puntos de vista en

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