+ Empresarios debemos respaldar a trabajadores y no despedirlos
+ Asistencialismo solo genera más pobres; la IP carente de apoyos
+ En Córdoba, nada que ofrecer para atraer a capitales foráneos*
+ “El único amparo que busco es el de la salud” recalca el empresario
Córdoba, Ver.- Al externar que el asistencialismo solo genera más pobreza, el empresario Tomás López Landero dijo que el único proyecto que debe haber es Córdoba que requiere de la unión de todos los estratos para reactivar al municipio con inversiones, empleos y seguridad y agregó: “el único amparo que estoy buscando es el de la salud”, en respuesta a señalamientos de que trata de protegerse de la acción de la justicia.
Entrevistado en los portales, quien además fuera diputado federal hizo declaraciones en torno a la situación del empresariado cordobés al señalar que los dueños de negocios han sostenido las fuentes de empleo en muchos de sus casos porque el empresario no puede dejar de ser leal al trabajador.
“Si me han dado a ganar 10 o 12 años y gracias a ellos tengo la empresa que he construido pues son parte de la misma y no tengo porque dejarlos ir”.
“La gente se queja cuando pierde no cuando gana, no puedes patear o cortar. Los trabajadores son personas que han ayudado al empresario”.
Criticó las acciones asistenciales del gobierno federal al decir que “el gobierno les da a los que supuestamente no hacen nada y no tienen nada. Personas que no generan nada. A todo ese sector les regala dinero, pero no producen”.
“Si no se apoya al sector empresarial para que produzca más y genere más impuestos el año siguiente será peor. Si actualmente son casi 12 millones de pobres el siguiente serán 22 millones en la pobreza por la pandemia y nulo apoyo, ¿de dónde va a sacar el gobierno federal el dinero para seguir dándoles? cuestiona.
“Comparado con la pobreza que se vive en la sierra de Zongolica aquí las colonias viven en la gloria; en la sierra sí hay pobreza”.
“En Córdoba no se debe vivir con una sociedad confrontada. Córdoba es como una colonia grande y debemos empezar por la casa. Si no nos importa el de enfrente, si no nos importa el de arriba, el de en medio o el de abajo y lo vemos con una sola familia no habrá logros. Todos tenemos que caminar y ayudarnos entre nosotros porque vivir confrontados no conlleva ningún avance”.
Dijo vislumbrar un cierre de año muy triste por el cierre de muchos negocios, con cambios en los hábitos de consumo de la población.
Mencionó que actualmente no hay nada que ofrecerle al inversionista foráneo.
“No hay reserva territorial donde se pueda instalar una nueva empresa, espacios habitacionales para alojar a sus ejecutivos, escuelas y universidad para que estudien los hijos de sus trabajadores y no hay seguridad suficiente”.
“No van a venir sólo porque es Córdoba; debe haber como 50 municipios listos con todo lo antes mencionado para provocar que empresas e industrias se asienten en sus regiones”.
Aunado a ello aceptó que los grandes inversionistas cordobeses o ya murieron o se fueron con sus capitales.
“Se quedan los hijos, pero ellos no ven más allá que el confort: viven a todo dar con 5 o 6 empresas que les dejó el padre y así van por generaciones: Así pasó con Antonio Porres”.
Dijo que las cámaras empresariales dejaron de ejercer liderazgo para encabezar grandes proyectos empresariales como antaño.
“En una ciudad confrontada no puedes ver crecimiento. Mucho general y poca tropa”.
Recalca:
“El que quiera hacer algo por Córdoba debe poner sobre la mesa primero a Córdoba antes que sus intereses o intereses de grupo, porque Córdoba lo forman todos sus sectores, los de abajo, los de en medio y los de arriba”.
“Todos nos conocemos, todos tenemos que protegernos y aprender a trabajar en equipo. Ejemplifica:
“Mi hijo estudio en Saint John´s y eran grupos de 10 estudiantes. El director les decía: ninguno va a salir reprobado. Aquí todos tienen que salir adelante; si uno reprueba, reprueban todos y así se ayudan entre todos”.
“De igual forma, este municipio se puede salvar trabajando al lado de la ciudadanía; no es de la noche a la mañana, hablo de años de rezago”.