En esa mañana nublada de principios de mayo, el ruso era el idioma dominante. Era normal, nos encontrábamos en el puente Alejandro III que festeja la amistad franco-rusa promovida, precisamente, por el Zar Alejandro III. Esta maravillosa construcción, que une el séptimo y el octavo distrito de París, fue inaugurada el 14 de abril de 1900, durante la Exposición Universal.
Los turistas actuales se toman fotos sobre una estructura metálica de 45 metros de ancho y 160 metros de largo cuya decoración es una de las más bellas de los 37 puentes que atraviesan el río Sena en París. Los arquitectos Joseph Cassien Bernard y Gaston Cousin se encargaron de la parte decorativa y, evidentemente, obtuvieron un éxito fulgurante.
Treinta y dos candelabros en bronce fueron fabricados expresamente, cuatro torres coronadas de estatuas cubiertas de hojas de oro y múltiples esculturas adornan este monumento parisino. Desgraciadamente, como lo muestro en la última foto, esta obra del arte arquitectónico no se encuentra al abrigo de vándalos. En todos lados se cuecen habas!