Al ser preguntado el millonario Warren Buffet si creía aún en la lucha de clases, contestó: “Claro que creo, la hemos ganado nosotros”. Camelot.
Tirios y troyanos coincidieron. En un café, donde todos nos sentimos politólogos con lecheros y canillas y nos envolvemos en la patria local como niños héroes, encontré a dos supervivientes, uno era de Morena y el otro de la Alianza Va por México. Era en Orizaba la plática y discusión. Se concluyó que el verdadero ganador de esta contienda lo es el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, con todo y su mal gobierno, expresaba el contrincante. Pues sí, manito, decía el otro, pero C’est la vie, diría un francés, así es la vida. Podrá presentarse orgulloso al presidente AMLO y decirle: Misión cumplida. Ganó Morena en Veracruz, 110 alcaldías, 27 de 30 diputados locales y 17 de 20 diputados federales. Carro completo. No tomaron prisioneros. Como dijera Tácito de los romanos después de una batalla: “Dejaron esto hecho un desierto y le llamaron paz”. Solo dejaron libres Veracruz Puerto y Boca del Río y Orizaba, de las grandes ciudades. Gobernar un estado con mayoría en el Congreso, es algo que ni Obama tiene. El voto hacia Morena y AMLO, que se posicionan en Veracruz como invencibles, abre las puertas a los candidatos a la gubernatura, donde puntea y es casi único presentable, el hidalguense Ricardo Ahued Bardahuil, ganador de la alcaldía de Xalapa y a quien el mismo presidente le pidió personalmente rescatar la capital, donde ganó dos por uno. Es el viable para ser el elegido. Dejó fuera de la contienda a la zacatecana y secretaria de Energía, Rocío Nahle García, quien también se le movía su corazoncito, pero la refinería Dos Bocas la atrapará en ese quebranto y, cuenta el periodista Darío Celis, de El Financiero, que cómo operó bien en Veracruz, la esposa del presidente, Beatriz Gutiérrez Müeller, la quiere proponer para que vaya a ser la dirigente nacional de Morena, en lugar de Mario Delgado, vaya usted a saber. Fuera queda también otro que suspiraba, el dos del gobierno y precandidato del gobernador, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, sus pleitos con medio mundo, se incluyen los medios de comunicación, y su mano dura y amenazante y poderosa que da miedo, lo deja fuera del electorado. No se ven más en ese horizonte morenista. Y Ahued sería un candidato bien visto no solo por los de Morena, sino también por buena parte del sector empresarial, de donde proviene. Aquellos agoristas del futuro, los que pronosticaban antes del 6 de junio, que el gobernador Cuitláhuac o su secretario de Gobierno serán removidos de sus cargos, pueden cerrar esa página de la historia porque, con estos números, el Preciso de Palacio Nacional puede darse por satisfecho y aceptar que Veracruz, pese a todo, quienes los gobiernan ganaron las elecciones.
LA DOLOROSA MUERTE DE UN HIJO
Muy temprano recibí la dolorosa noticia, me la dio su padre, mi gran amigo, José Luis, había fallecido en la ciudad de Veracruz, su hijo, José Luis Rico Lira, a sus 51 años de edad. A sus padres, a su hermana, a su hija, a toda la familia mi más sentido pésame y que encuentre con Dios Nuestro Señor, la paz que se merece. Nada hay más doloroso que perder un hijo. Recé por él un rato y recordé el responso de Elizabeth Fraye. A su memoria:
“No te pares en mi tumba a llorar. No estoy ahí. Yo no duermo. Soy los mil vientos que soplan. Soy los destellos de diamante en la nieve. Soy la luz del sol sobre el maduro grano. Soy la suave lluvia de otoño cuando despiertes en la mañana silenciosa. Soy la rápida y estimulante carrera de tranquilos pájaros que vuelan en círculos. Soy las estrellas suaves que brillan por la noche. No te pares en mi tumba a llorar. No estoy ahí. Yo no morí”.
Descanse en paz.