Así como en México tenemos la rosca de reyes, en Francia existe una tradición similar. La galette des rois está hecha de pasta de hojaldre, dorada y crujiente, rellena de una suave mezcla de polvo de almendras, yemas de huevo y azúcar.
En lugar del “niño”, en las roscas francesas se esconde en la pasta una figurilla en cerámica llamada fève. Estas pueden representar personajes humanos, animales, casitas y hasta seres fantásticos. Existen verdaderas colecciones de estos objetos miniaturas que se exponen en museos y se intercambian entre particulares.
Todas las roscas que se venden en las panaderías vienen acompañadas de una corona plegable en cartón dorado porque la persona que encuentra la fève en la porción de rosca que le sirvieron es coronado rey o reina de la noche.