+ Despedido de la entonces Procuraduría de Justicia por negarse a cambiar dictamen

+ Nunca lo liquidaron pese a laborar 21 años para la dependencia judicial de Veracruz

Orizaba, Ver.- Considerado como la prueba más sólida del atroz asesinato de la mujer indígena Ernestina Ascencio a manos de presuntos militares, el médico legista Pablo Mendizábal, quien realizó la necropsia de ley a la víctima de origen nahua, sostiene que su dictamen fue cambiado por orden del presidente Felipe Calderón y el titular de la CNDH, José Luis Soberanes y despedido por negarse a dejar asentado en el mismo que la mujer había muerto por gastritis.

A casi 19 años de los hechos perpetrados el 25 de febrero de 2007, Mendizábal narra al reportero lo que arrojó la necropsia practicada a la indígena nahua de 73 años Ernestina Ascencio quien murió víctima de las graves lesiones en el Hospital Regional de Río Blanco.

“Había suficientes evidencias y pruebas de que la señora había sido agredida sexualmente. Equimosis, hematomas, escoriaciones, fractura de todas las costillas. Se detectaron los desgarres que presentó a nivel rectal y a nivel vaginal. Todo está escrito en el primer dictamen que yo tuve la oportunidad de emitir”.

La víctima antes de morir había declarado que hombres vestidos de verde la habían atacado y violado. Lo que apuntó a una base militar cercana al lugar donde Ernestina fue encontrada ensangrentada.

A casi 19 años, la Corte Interamericana de Derechos Humanos dictó sentencia contra el Estado mexicano y ordenó reabrir el caso.

La Corte Interamericana señaló que el estado mexicano no cumplió con su deber de darle atención expedita a la mujer indígena herida, que la familia sufrió amenazas y fue excluida de las investigaciones realizadas tanto por las leyes estatales como las federales.

La CIDH señaló al estado mexicano de ser responsable de la violación sexual, tortura y muerte de la mujer indígena adulta mayor.

Pablo Mendizábal es contundente: La orden de cambiar el dictamen pericial de la necropsia a Ernestina Ascencio Rosario fue del entonces presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa y del titular en ese momento de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Jose Luis Soberanes quien estuvo al frente de esa institución en el periodo 1999 al 2009.

Ambos dieron a conocer a los medios nacionales e internacionales que Ernestina Ascencio Rosario había fallecido por gastritis.

“En ese entonces, el gobernador de Veracruz era el extinto Fidel Herrera Beltrán quien en una reunión conmigo reconoció que mi dictamen era correcto, pero había que obedecer al entonces presidente Felipe Calderón porque si no se cambiaba el dictamen le iría muy mal a Veracruz y a quienes en ese momento lo gobernaban”.

“Como me negué a cambiar mi dictamen para asentar que había fallecido por gastritis, fui despedido sin pago alguno ni liquidación por 21 años laborados en le Procuraduría de Justicia de Veracruz”.

“Por varios periodistas que denunciaron el acoso y despido ilegal que sufrí fui reinstalado por un breve tiempo, pero cuando Javier Duarte asumió la gubernatura de Veracruz regresó el asedio a mi persona y fui despedido sin pago alguno”.

“Fueron los periodistas Joaquín López Dóriga, Carlos Loret de Mola, Brosso y Denisse Merkel en su programa Tercer Grado quienes denunciaron la atroz injusticia que sufrió la mujer indígena Ernestina Ascencio Rosario y mi despido por negarme a cambiar el dictamen de la necropsia de su muerte”.

Pablo Mendizábal espera que con la reapertura del caso también el pueda ser tomado en cuenta de la injusticia laboral que sufrió y ser liquidado conforme a derecho por los 21 años que laboró como médico legista en la Procuraduría de Justicia de Veracruz.

“Ni el IPE me ha querido pensionar. Le pido a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle que haga valer su autoridad y ordene se revise mi caso y me paguen conforme a la ley además de que se haga justicia a Ernestina”.

“Fue una mujer la víctima y este año es el año de la mujer indígena”, concluye.