Cuando el dueño de los Tiburones Rojos del Veracruz, los mafiosos de la Femexfut le sacaron tarjeta roja sin darle oportunidad a defenderse, pensaron que Kuri se quedaría callado. Qué va. Quien era dueño del equipo perdió una fortuna, porque no le dejaron vender a ningún jugador, no le dejaron que pudiera vender la franquicia, como se lo recomendó el dueño de Pachuca, Jesús Martínez, un hombre no tan hampón, quien le dijo en ese día que no lo dejaron entrar a la reunión de dueños: Vende, recupera lo que puedas. No pudo Kuri y ahora brota en las noticias que ha demandado a todos. El periódico deportivo Record, suscribe la demanda de 300 millones de pesos y la restitución del equipo a Veracruz, pedacito de patria que sabe sufrir y cantar. Kuri tuiteó que en eso anda, y pidió, se asegura, auditar a todos los equipos para ver si andan bien todos y conocer sus finanzas. Si el juez le da entrada, sería obligatoriedad revisar los estados financieros de todos los clubes, desde 2013 hasta 2019. Los mafiosos, Yon de Luisa y Enrique Bonilla, desafiliaron al equipo y nos dejaron con el estadio Pirata Fuente, abandonado, solitito, desolado, sin el grito de goooool. El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, debe apoyar al empresario orizabeño. Muchos recuerdan que prestó el estadio Pirata Fuente para el cierre de campaña de AMLO. Vamos Kuri, dales duro.
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