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Fieles Difuntos llenan de color y recuerdos a Córdoba

+ Entre altares, panteones, desfiles y danzas el mundo de los vivos se entremezcla con el inframundo

Presente está su panteón,

Todos aquí yo los meto

Con el puro vacilón

Cobra vida el esqueleto

Córdoba, Ver.- Miles de cordobeses participan en las celebraciones de Los Fieles Difuntos o Día de Muertos con vistosos vestidos, desfiles, danzas, altares, ofrendas y el recuerdo puro lleno de amor y ternura hacia sus muertos, tanto humanos como mascotas.

Las celebraciones y ofrendas comenzaron desde el 27 de octubre fecha en la cual se recuerda y recibe a las almas de los animalitos que amamos, que cuidamos y que fueron parte de las familias.

El día 28 se honra a las almas de las personas que murieron violentamente en tanto que el día 30 se recibe a las almas de los niños y la celebración principal se realiza los días 1 y 2 de noviembre en que se recuerda y recibe a las almas de las personas adultas.

Los camposantos se llenan de flores, de música, de rezos, de dolor y llanto por el recuerdo de los seres amados que ya no se encuentran en este plano.

Las tumbas se limpian y se arreglan con las flores preferidas de los difuntos, familias acuden a comer en los sepulcros con los platillos y guisos que más gustaban a los seres idos.

Canciones, incienso, rezos y cantos llenan los camposantos en medio de un sinfín de recuerdos.

Los rituales son una mezcla de costumbres prehispánicas y tradiciones católicas en una fiesta pagana que la iglesia tolera en su feligresía.

Las familias tradicionales elaboran los platillos típicos de estas celebraciones como son los tamales de frijol, rancheros, de dulce, de rajas, pozole, barbacoa, chicharrones de cerdo y el tradicional pan de muerto.

Por supuesto, la gastronomía veracruzana familiar presenta el exquisito mole elaborado con la paciencia de la molienda en metate de todos los ingredientes que lleva un platillo tan delicado y laborioso.

En las casas los altares son conformados con papel con figuras, cirios, veladoras, cruces, flor de cempasúchil, platillos tradicionales de comida, fruta, naranjas, jícamas, incienso y las fotos de los seres amados que tanto se extrañan y nunca se olvidan porque siguen presentes en el corazón de quienes los aman por el legado que dejaron.

Y los versos, los satíricos versos que conforman las calaveritas picarescas elaborados en décimas o dodecasílabos que son parte del folclor y que sirven para entronizar, satirizar y criticar a los seres vivos y muertos con la alegría que caracteriza al veracruzano.

En estas fechas los muertos vuelven a ser motivo de orgullo, fiesta, alegría, dolor y recuerdos.

La celebración del Día de Muertos o de Fieles Difuntos es factor de unión familiar, de convivencia y reafirmación de nuestras tradiciones.

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