Lo que ve el que vive. Garibay. Camelot.
Hace unos días México votó a favor en la ONU de Cuba, que le quitaran el embargo, el antiguo embajador de México, Christopher Landau, explicó que no hay tal embargo.
Tras la votación, Landau expresó en redes sociales su descontento por la posición mexicana, señalando que el llamado “bloqueo” es un concepto erróneo: “Como amigo de México, me entristece leer este posteo (una publicación de la SRE sobre la postura de México en la votación ante la ONU), que es una mentira de principio a fin. Si vamos a hablar de la política estadounidense hacia Cuba, hagámoslo al menos basándonos en la realidad y no en fantasías. No existe ningún “bloqueo comercial” en Cuba. Un “bloqueo” es un cerco o asedio que impide que bienes o visitantes lleguen a un país. ¿Dónde está ese “bloqueo” en este caso? Cuba recibe libremente bienes y visitantes de muchísimos otros países, como bien saben Uds. en México, ya que les envían enormes cantidades de petróleo”, escribió en redes sociales.
El funcionario estadounidense y ex embajador en México precisó que lo que existe es un embargo, una serie de leyes aprobadas por el Congreso desde 1963 que restringen las transacciones comerciales y financieras con Cuba por parte de ciudadanos y entidades estadounidenses. “Es nuestro derecho decidir que no permitiremos que nuestra propia gente apoye económicamente a un régimen extranjero hostil. Me entristece profundamente que países amigos perpetúen este mito y, por lo tanto, apoyen a una dictadura caudillista”, añadió Landau.
La presidenta Sheinbaum reviró el comentario: “La política exterior de México la define México”.
AQUEL VIAJE A CUBA
En el año 2009, presente lo tengo yo, fui a conocer el comunismo con mi sobrino el infante Gustavo Lila. Aún vivía Fidel Castro en el retiro y su hermano mangoneaba la pobreza de la Isla. Caminé hacia donde vivió Hemingway, en Finca Vigía, donde escribió El viejo y el mar, que le valió el Nobel. Vi su pobreza lacerante, hoy deben estar peor, porque si México no les diera petróleo regalado, cuando no se lo da viven en los apagones. Ningún comunismo, a excepción del ruso, tiene ventajas y comodidades. Todos están amolados.
Y es cierto lo que dice Landau, no hay tal bloqueo, lo que tienen es prohibido hacer negocios entre estadounidenses y cubanos, o sea, allá no hay ninguna Mc Donald ni nada parecido. Todo es del Estado. Nadie tiene nada.
Escasamente han dejado que los españoles operen los hoteles Meliá, pero los dejan que los construyan y los operan los cubanos, teniéndolos en el descuido. Han abierto un poco la libertad a los cubanos, antes las chicas que iban buscando su bienestar no las dejaban entrar a los lobbys de los hoteles, hoy ya pueden entrar hasta a los cuartos.
Eso sí es bloqueo a su pueblo. No el de Estados Unidos.
Cuando volé Veracruz-México-Cancún- Habana, ahora hay Veracruz-Cancún- Habana, en un Fooker 100 de Mexicana, hojeé las revistas en el avión. Compré Gatopardo, en la portada nuestra paisana, Ana de la Reguera, mujer que brinca a Hollywood con su película “Traspatio”, esa que trata las terribles historias de las muertas de Juárez. El capitán piloto nos dice que volteemos a ver la hermosa vista de la zona hotelera. Impresionante, en la noche esa curva de estela hace ver la dimensión y lo grande que ha significado para el turismo mexicano esa ciudad señera, nos adentramos al mar, ese mar Caribe increíble, pega un poco el oleaje en el resplandor de las luces y es todo. Ya se huele Cuba, hacia el otro lado el Miami de siempre, ese que los cubanos que se han ido ven con nostalgia en espera de que algún día esas dos ciudades puedan tener a sus hijos reunidos, los que se han ido. Y los que se han quedado. A la vista de las 90 millas.
Continua relato lunes.











