Es difícil encontrar un ciudadano xalapeño que no haya experimentado, al menos una vez, el alivio de saber que los bomberos están ahí para atender emergencias que van desde un incendio en una vivienda hasta el rescate de víctimas de un accidente. Esos hombres y mujeres, que con esfuerzo y dedicación, arriesgan su vida para salvaguardar la seguridad de los xalapeños, muchas veces reciben poco reconocimiento en términos reales, y mucho menos, una retribución adecuada a la magnitud de su servicio. El reciente anuncio del presidente municipal, Alberto Islas Reyes, sobre la campaña de recolección de fondos para el Cuerpo de Bomberos de Xalapa es una iniciativa loable, pero también una oportunidad para reflexionar sobre la precariedad que sigue rodeando a estas instituciones esenciales para nuestra seguridad.
Este gesto de apoyo, sin embargo, debería ser más que una simple campaña anual. Debería ser el recordatorio de que los bomberos son héroes anónimos que nunca reciben lo que verdaderamente merecen. Y, sin duda, este reconocimiento no debe limitarse a un par de meses al año o a una rifa de motocicletas por 100 pesos. Este esfuerzo cívico y solidario no debe quedarse en una buena intención aislada, sino que debe generar una discusión más profunda sobre cómo proteger a quienes nos protegen.
La historia del Cuerpo de Bomberos de Xalapa tiene un trasfondo de esfuerzo, sacrificio y vocación. Fundado por Don Ernesto Ortiz Medina, quien además de ser presidente municipal de Xalapa, tuvo la visión de establecer una institución que, en ese entonces, no solo era esencial para la ciudad, sino un verdadero acto de valentía ciudadana. Ortiz Medina entendió que la seguridad de una población no se construye únicamente con leyes o con policías, sino con instituciones que, como los bomberos, se encargan de lo imprevisto, de lo urgente, de lo irremediable.
Y aquí llega una primera reflexión importante. Si bien la creación del Cuerpo de Bomberos fue un paso decisivo en la historia de Xalapa, el paso siguiente, el de garantizar que los bomberos cuenten con los recursos y el apoyo necesarios para cumplir con su tarea, sigue pendiente. Desde la creación de esta corporación, y pese a los esfuerzos de distintos gobiernos municipales, la infraestructura y los fondos para los bomberos no han sido lo suficientemente robustos. Hoy, cuando Xalapa enfrenta desafíos más complejos —desde la urbanización desmedida hasta el cambio climático que aumenta los riesgos de incendios y desastres—, el Cuerpo de Bomberos se enfrenta, como nunca, a una presión de trabajo más alta, sin una mayor cobertura en términos de equipamiento y personal.
Es aquí donde entra la responsabilidad de todos, incluidos nuestros gobernantes. Durante la reunión que sostuvo el alcalde Alberto Islas Reyes con el Patronato del Cuerpo de Bomberos, se confirmó el compromiso de la administración con esta noble causa. El alcalde hizo un llamado a la población a apoyar la colecta anual, una acción fundamental, pero que no debe confundirse con la solución completa a la problemática que enfrentan. Las colectas, las rifas y los eventos benéficos son una manera de involucrar a la comunidad, pero no deben ser la única vía para que el Cuerpo de Bomberos funcione con eficacia.
El gobierno municipal, como administrador de los recursos públicos, tiene la obligación de dotar a esta corporación de las herramientas necesarias para cumplir con su trabajo de manera eficiente y digna. No basta con “ayudar” durante unos meses al año; la seguridad de los ciudadanos debe ser una prioridad permanente, y los bomberos deben ser tratados como un sector estratégico para la salud pública y la prevención de desastres. En este sentido, la propuesta de realizar pláticas de prevención de accidentes en los Centros Comunitarios es una acción positiva, pero debería extenderse a toda la ciudad y estar acompañada de políticas públicas claras y sostenibles.
No es un tema menor el que los bomberos de Xalapa se vean forzados a hacer malabares con sus limitados recursos. La solidaridad de la ciudadanía es fundamental, pero también lo es la de los políticos y las instituciones gubernamentales que deben garantizar la correcta administración de los fondos y los apoyos. El Cuerpo de Bomberos no debe ser una institución de “emergencia”, sino una pieza clave en la estrategia de seguridad pública y protección civil. Desde una mayor asignación de presupuesto hasta la creación de una política pública que garantice que los bomberos cuenten con el mejor equipamiento y formación, el compromiso gubernamental debe ser claro y visible.
Es momento de que los ciudadanos de Xalapa dejemos de ver a nuestros bomberos como simples “hombres y mujeres del servicio”, y los valoremos como lo que son: héroes que, sin importar la adversidad, siguen cumpliendo con una de las funciones más fundamentales para nuestra tranquilidad. Y es momento de exigir que el gobierno haga más por ellos, no solo durante esta colecta, sino durante todo el año.
En conclusión, la campaña de recolección de fondos para los Bomberos de Xalapa es una oportunidad para reflexionar sobre lo que realmente necesitamos como sociedad: una institución sólida, bien equipada, y que sepa que su trabajo es fundamental para nuestra seguridad. No basta con aplaudirlos en las redes sociales ni regalarles un boleto para una rifa. La seguridad de todos depende de que estos héroes anónimos cuenten con lo necesario para seguir cumpliendo con su labor, y eso solo puede lograrse con un verdadero compromiso cívico y gubernamental.
No es suficiente con reconocerlos; es hora de darles lo que merecen.