Orizaba, Ver.- La falta de claridad respecto al impacto que tendrán los aranceles impuestos por Estados Unidos al acero en la economía mexicana ha generado preocupación entre el sector, expuso el directivo de Talleres y Aceros (Tyasa), Ely Chahín.
En entrevista destacó que México no es un país exportador de acero, y aunque Estados Unidos tampoco es una potencia exportadora en este rubro, ocupamos el sexto lugar mundial en importación de acero debido al déficit entre la producción nacional y el consumo interno.
“Somos el sexto país que más acero necesita traer del exterior. Esto crea una relación interesante con Estados Unidos, más allá de la integración económica, ya que importamos una gran cantidad de acero de ese país”, explicó.
Chahín subrayó que el sector acerero, que incluye la minería, extracción, conversión y fabricación de productos de acero, representa el 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Agrego que este sector es fundamental para industrias como la construcción y la automotriz, por lo que cualquier afectación podría tener repercusiones significativas en la economía mexicana. “La afectación podría ser bastante grande. Estamos a la espera de ver si esta medida generará un incremento en los precios, ya que estados Unidos es el mayor consumidor de acero en el mundo, o si, por el contrario, los precios caerán debido a la sobreoferta global”, señaló.
El directivo explicó que, al cerrarse el mercado estadounidense a las exportaciones de acero debido a los aranceles, podría generarse un excedente de acero en el mercado internacional, lo que provocaría una caída en los precios globales, sin embargo, destacó que la incertidumbre es el mayor problema en este momento, ya que no se ha implementado ninguna medida concreta y no está claro si habrá negociaciones que retrasen la aplicación de los aranceles.
Chahín también hizo un llamado a fortalecer la industria nacional mediante dos acciones clave: proteger las fronteras de productos subsidiados en otros países y mejorar las condiciones de competitividad en México. “El costo de la energía eléctrica es una locura, y la inseguridad en las carreteras incrementa los costos de manera importante. Cada camión que transita por el país es susceptible de ser robado, lo que afecta directamente a la industria”, finalizó.